El Gobierno regional ha sacado a licitación el ‘Nuevo Aeródromo de Cáceres’ sin contar todavía con todos los permisos medioambientales, ya que no espera “ningún problema” para obtenerlos. La tramitación, que depende del visto bueno final del Ministerio de Medio Ambiente, se hace por un procedimiento más sencillo y rápido, el de ‘evaluación ambiental simplificada’, ya que en los estudios previos no se ha detectado que afecte especialmente al entorno.
El único obstáculo es una colonia de cigüeñas, asentada sobre unos postes colocados hace una década para trasladar esa población animal, que se había instalado previamente sobre las ruinas del palacio de los Arenales, y a la que hubo que buscar otro sitio cuando empezaron las obras de rehabilitación del edificio, que ha acabado convertido en hotel.
De nuevo las cigüeñas blancas, 25 parejas con sus correspondientes polluelos, se van a someter a mudanza ya que la colonia actual está a una distancia de las futuras pistas del aeródromo que acabaría habiendo colisiones entre las aves y los aviones.
La idea es trasladar la colonia hacia el noroeste, al complejo lagunar de los Arenales, con los recursos naturales suficientes como para que las cigüeñas sigan anidando y criando, ya que sus vuelos ya estarían fuera de la trayectoria que las aeronaves van a utilizar para aterrizar y despegar.
Días atrás cuando se publicó en el Diario Oficial de Extremadura la licitación de las obras del aeródromo, por un importe de 4,2 millones de euros, llamó la atención según confesión del consejero de Fomento, Víctor del Moral, que el proyecto todavía no contara con todos los permisos ambientales.
Sin grandes afecciones
El trámite ambiental que se ha adoptado en este caso, informa la Consejería, se llama proceso de evaluación ambiental simplificada, que supone una exención de sometimiento a evaluación ambiental según la ley 21/2013 de 9 de diciembre de Evaluación Ambiental, que prevé que si la infraestructura no genera grandes impactos ambientales no será sometida al proceso de Evaluación de Impacto Ambiental.
Previamente, todos los factores se analizaron en un Estudio de Impacto Ambiental que elaboró un grupo de técnicos por encargo de la Consejería de Fomento para evaluar las afecciones medioambientales y también un estudio de ruidos. Este informe determinó según Fomento que no había problemas ambientales significativos y que la emisión de ruidos generada por el movimiento de aeronaves no superaría los valores críticos.
Además, desde hace meses se están realizando consultas a organismos como Confederación Hidrográfica del Tajo, ayuntamientos, Medio Ambiente del Gobierno de Extremadura y diferentes organismos involucrados en el impacto de la construcción del aeródromo: “Todas estas respuestas han sido favorables”.
Antonio Luis Díaz, delegado de Adenex en Cáceres, cree por contra que debería haberse seguido la tramitación ambiental normal, con más oportunidades de información y participación social, ya que a sólo 500 metros hay una zona de especial protección de aves (ZEPA). En todo caso pide que entre las medidas protectoras figure la prohibición de vuelos a baja altura en esa zona del complejo lagunar de los Arenales.
En el plano técnico de aviación civil el proyecto del aeródromo de Cáceres cuenta ya con el certificado de compatibilidad aérea, emitido por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) y el Estado Mayor del Aire; consiste en el análisis de la compatibilidad del emplazamiento en relación al tráfico aéreo de la zona y con la proximidad a infraestructuras aeronáuticas.
El proyecto según la Junta también dispone de una evaluación positiva por parte de AESA tanto de la documentación administrativa como de la documentación técnica, sigue aclarando la Consejería cualquier duda.
Además de la colonia de cigüeñas las únicas afecciones son una línea eléctrica, que será enterrada, y un camino al que se le dará otro trazado.
Al presupuesto de las obras de 4,2 millones de euros hay que sumar los algo más de 400.000 que han costado las 70 hectáreas de terreno (de las 265 de la finca El Cintado) propiedad de la fundación Delgado Valhondo Calaff.
La Consejería de Fomento descarta que el coste final se acerque a los cinco millones de euros ya que espera que las empresas constructoras hagan ofertas con baja.
De momento el proyecto va con retraso ya que el plazo de 18 meses de construcción se preveía que empezara a principios del próximo mes de febrero, pero no se considera probable que lo haga antes de marzo o abril.
El traslado de la colonia de cigüeñas a otro emplazamiento se haría a finales del próximo verano.