Con un primer paso de consultas previas a organismos oficiales del Estado y tres comunidades autónomas, más asociaciones conservacionistas, ha empezado la tramitación para electrificar la línea ferroviaria Ciudad Real-Badajoz entre Puertollano y Mérida, 235 kilómetros en los que los trenes de mercancías con 20 vagones podrán circular a 100 km/h y los de viajeros llegar a los 200 con este nuevo tipo de tracción.
Con prolongación por el oeste a Portugal, y por el este y norte hacia el núcleo ferroviario de Alcázar de San Juan, la línea pertenece al Corredor Atlántico en la conexión Meseta-Portugal y esta mejora está pensada fundamentalmente para los trenes de mercancías, aunque de la catenaria eléctrica se podrán beneficiar también los que circulen de viajeros.
Se trata de un trayecto Mérida-Puertollano centenario con solo una pequeña modernización de todos sus subtramos menos uno (el último antes de Puertollano, aún sin adjudicar), y que está forzado a dar continuidad a un recorrido ya electrificado entre Lisboa y Évora, en el 2024/2025 en la nueva Évora-Badajoz, y dentro de este primer semestre de 2023 entre Badajoz (Novelda) y Mérida.
La tracción eléctrica da potencia y velocidad a los trenes respecto a la diésel, y sobre todo es más limpia ambientalmente.
24 meses de trabajos
El Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco) encargó en 2019 un proyecto ambiental previo, proyecto que ha recibido y que está sometiendo ahora a consultas preliminares cara a su redacción final, evaluación ambiental, contratación y ejecución final.
El plan nacional de desarrollo de la red eléctrica aprobado por el Gobierno en marzo de 2022 prevé que esta obra empiece el año que viene, y el documento ambiental que se ha sometido ahora a consultas indica que el plazo de ejecución sería de 24 meses.
Los 235 km de recorrido serán electrificados con el sistema de tensión de 25 kV (kilovoltios) 50 Hz el más avanzado que está instalando Adif, y en su versión 2x25 kV que permite que las subestaciones de tracción estén más distanciadas entre sí.
Para ello en este largo tramo ferroviario se prevé construir cuatro subestaciones de tracción, nueve de transformación y dos líneas de alta tensión; las subestaciones estarán en Brazatortas/Veredas y Almadén en la provincia de Ciudad Real, y Castuera (aunque la subestación tendrá el nombre de Quintana por estar más cerca de esta última población) y Don Álvaro en la de Badajoz.
Velocidades
La dotación eléctrica permitiría que los trenes de viajeros alcancen los 200 km/h según el proyecto (es vía única), mientras que los de mercancías no suelen sobrepasar los 100; pero eso es solo la dotación eléctrica, que necesita que se acompañe de instalaciones paralelas de seguridad y señalización, además de que a partir de 160 la vía tiene que vallarse.
Las obras comprenden desde el kilómetro 217,8 cerca de Puertollano hasta el 453 que es la estación de Mérida.
El proyecto compara el tren de viajeros que circula ahora, un CAF 599 de 185 plazas cuya velocidad máxima es 160 km/h, con el que podría hacerlo en el futuro por esta línea, un 449 eléctrico de 260 plazas y que podría hacerlo a 200.
Economía y ambiente
La perspectiva de disponer de la línea electrificada, afirma el proyecto previo, lo convierte en “una gran oportunidad para una mejora medioambiental muy relevante con un efecto directo tanto en la población como en la fauna y la flora de la zona, con el cambio de los actuales trenes diésel que producen altos niveles de emisión de humos y de ruido por trenes eléctricos mucho más silenciosos y con emisión cero de contaminantes en el ámbito del tráfico ferroviario”.
La línea “será usada principalmente para tráfico de trenes de mercancías. No obstante, existirán también servicios de trenes para viajeros que se intercalarán con los de mercancías, por lo que la operación ferroviaria de la línea prevé un tráfico mixto de trenes”.
Este cambio en la infraestructura ferroviaria representará “una mejora muy importante desde el punto de vista ambiental, por la reducción de la emisión de humos y ruido en el ámbito del proyecto y áreas colindantes, y desde el punto de vista socio-económico, puesto que las nuevas instalaciones proporcionarán una mayor capacidad de utilización de la vía existente y su integración a la red ferroviaria electrificada del país ofreciendo nuevas oportunidades a la población de movilidad, comunicación y de actividad económica”.
Al tratarse de una obra hecha sobre una línea ferroviaria ya existente, se acogerá al procedimiento de evaluación de impacto ambiental simplificada