El emprendimiento femenino baja y vuelve a situarse por debajo del masculino

EFE

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La tasa de actividad emprendedora (TEA) se situó en el 6,4 por ciento en Extremadura en 2017, lo que supone un incremento del 20,8 por ciento en un año, aunque si se distingue por género, el emprendimiento femenino sufrió un descenso y se volvió a situar por debajo del masculino.

Así se desprende de los datos del Informe GEM sobre la situación emprendedora de la región en 2017, que presentado en Cáceres por los profesores de la Universidad de Extremadura Juan Carlos Díaz y Ricardo Hernández Mogollón.

Según este estudio, más de 61.000 personas participaron el año pasado en actividades emprendedoras, un tercio de las cuales eran mujeres. De esta forma, el emprendimiento femenino, que había venido siendo superior al de los hombres en los dos últimos años, ha vuelto a bajar hasta el 4,4 por ciento después de haberse mantenido durante tres años en unas tasas del 5,5 por ciento.

Una subida masculina

Esto implica que la subida de la actividad emprendedora en Extremadura “ha sido fundamentalmente masculina y motivada por el incremento de la tasa emprendedora por oportunidad en un 30 por ciento, pero también por la subida de un 10 por ciento de la TEA por necesidad”.

Según el informe, el incremento de las iniciativas se ha visto acompañado del aumento de las intenciones emprendedoras, que han llegado hasta el 7,6 por ciento, un punto más; también del crecimiento del porcentaje de empresas consolidadas -un 10,76 %- y del aumento de las expectativas de buenas oportunidades en los próximos seis meses.

“Debemos ser cautos con los datos positivos, ya que hay otros que este año no se han mostrado tan favorables”, han señalado sus autores. Así, las iniciativas emprendedoras llevadas han creado menos empleo que el año anterior, pues hasta un 52,9 por ciento de esas iniciativas han sido sin trabajadores, “y solo un tercio espera generar empleos al cabo de los cinco años”.

Las iniciativas también han sido menos innovadoras -un 71 por ciento no han sido nada innovadoras- y han puesto productos/servicios en el mercado “que ya existían en la inmensa mayoría de los casos, utilizando tecnologías de más de un año de antigüedad”, a lo que se une que en el 80 por ciento de los casos no están exportando.

El incremento emprendedor

En concreto, el incremento de la TEA extremeña se ha debido fundamentalmente al aumento de las iniciativas por oportunidad en el ámbito rural, en las áreas de las Vegas del Guadiana, Tierra de Barros y sur de la provincia de Badajoz. Además, la subida de la actividad por necesidad se ha producido también en el ámbito rural, en la provincia de Cáceres y en las áreas del Norte, Vegas del Guadiana y Sur. El estudio destaca que la necesidad o la falta de alternativas de empleo generadas por la situación económica sigue siendo el principal factor impulsor de la actividad emprendedora en la región.

El 70 por ciento de los expertos consultados aluden “por cuarto año consecutivo” a esa falta de alternativas como principal factor impulsor. “A pesar de que el emprendimiento por oportunidad subió un 30 por ciento, aún el 34,4 % de las iniciativas se pusieron en marcha debido a la necesidad, siendo unipersonales la mayoría de ellas”, revela el estudio.

De hecho, la media de los últimos cinco años de las tasas de emprendimiento motivadas por la necesidad se ha duplicado con respecto al periodo 2003-2012.

Abandono empresarial

Por último, otro de los datos destacables del informe es que aumenta el porcentaje de personas que abandonan una actividad empresarial, aumentando un 28,6 por ciento con respecto a 2016. Los abandonos en 2017 han afectado más a las empresarias (57,1 %), a los empresarios de edades comprendidas entre los 35 y 54 años (71,5 %) y a los que solo tenían estudios primarios o secundarios (80 %) y poseían un bajo nivel de renta -menos de 1.200 euros mensuales- en el 80 por ciento de los casos.