Toda la energía que se produzca en Extremadura deberá tener origen renovable, pero, para lograrlo, en lo que queda de década se deberán instalar 11.060 MW adicionales de energías limpias. De esta forma , la región podrá cambiar de forma sustancial su modelo energético, que es uno de los objetivos del Plan Extremeño Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PEIEC,) recientemente aprobado por la Junta de Extremadura.
Las metas poco a poco se van logrando, según los datos de la Consejería para la Transición Ecológica y la Sostenibilidad. Su responsable, Olga García, se ha comprometido a poner en servicio, al menos, 1.000 MW al año. Pues bien, en 2020 fueron 1.494 MW de origen fotovoltaico, el 50% del total que se instaló en España el año pasado. Pero es que hasta agosto de 2021, han entrado en operación otros 640 MW adicionales, acogiendo con ello el 24% del total nacional.
Solo en tecnología fotovoltaica se encuentran actualmente en construcción 1.838 MW en 28 instalaciones, lo que refrenda el objetivo del Gobierno extremeño. Además, se tramitan otros 163 proyectos de instalaciones renovables, que suman una potencia superior a los 5.400 MW.
A tenor de estos datos, Extremadura está en vanguardia entre las comunidades autónomas en materia renovable. Según explican desde Transición Ecológica, “las inversiones en renovables deciden su localización en una u otra región por un escaso margen y Extremadura encabeza el ranking español en un mercado energético muy competitivo lo que la sitúa como referente de otras comunidades autónomas, además de por sus recursos, por la gestión administrativa ágil y solvente de los expedientes renovables”.
Un ecosistema favorable para las renovables
Este despliegue de las renovables es, a su vez, el responsable de que la comunidad haya sido la elegida para la instalación de nuevas iniciativas industriales y que la ciudad de Cáceres vaya a ser la sede del Centro Nacional de Investigación en Almacenamiento Energético. “La Junta de Extremadura, junto con el sector energético, ha creado un ecosistema favorable a la implantación de renovables, que está aportando a la región un relevante nivel de inversiones que se traducen en empleo, rentas y riqueza para muchas localidades extremeñas del ámbito rural, y que sirve de palanca de desarrollo empresarial y tecnológico”, aseguran desde la Consejería..
Extremadura genera el 8,5% del total de la producción eléctrica de España, ocupando el sexto lugar en el ranking nacional y el séptimo en cuanto a generación de energía eléctrica renovable con el 5,48 % del total nacional. La región es netamente exportadora de energía, el balance ha sido excedentario en un 76,81% de la producción en 2020. Por ello, el objetivo es que aumente la demanda industrial en la región para corregir los desequilibrios históricos entre regiones. El balance eléctrico es netamente positivo, dado que la producción de energía eléctrica supera en un 413,3% a la demanda.
El PEIEC es una hoja de ruta que pretende posicionar a Extremadura como una región líder en la transición energética, tanto a nivel estatal como europeo. El despliegue renovable favorece que Extremadura se considere ya un referente para ofrecer costes energéticos competitivos a las empresas que quieran instalarse en la región.
La explicación es obvia: las renovables posibilitan costes eléctricos más bajos y ese posicionamiento representa una oportunidad para atraer iniciativas industriales innovadoras. El Gobierno extremeño insiste en que las empresas buscan ubicarse donde se les ofrezca suficiente potencia energética para su producción y que sea respetuosa con el medio ambiente. En esta línea, importantes industrias están firmando contratos de suministro de energía verde con centros de producción renovables instalados en el territorio extremeño.
La Junta de Extremadura trabaja con proyectos que están supeditados al precio de la energía, “porque ser competitivos hoy día en los costes energéticos es un componente decisivo”, y en Extremadura la combinación de autoconsumo y de PPA (contratos de compraventa de energía a largo plazo) con garantía de origen renovable favorece la rebaja de costes para industrias intensivas en consumo de energía.
Con las renovables, Extremadura gana en competitividad y el PEIEC respalda esta capacidad, que se considera crucial para el desarrollo regional incentivando la articulación de un nuevo sector productivo regional en torno a la energía.