Con un mes de retraso, pero al final la Unión Europea ha publicado el decreto que incluye la ciruela entre las ayudas a los productores afectados por el veto ruso contra las exportaciones agroalimentarias.
La ciruela constituye una de las mayores producciones hortofrutícolas extremeñas, con una media anual que ronda las 110.000 toneladas y una facturación cercana a los 6 millones de euros.
Desde finales del pasado mes de agosto, cuando Rusia anunció el veto a las importaciones agrarias de la UE, el sector frutero regional ha vivido con la incertidumbre de cuándo y en qué medida llegarían esas ayudas comunitarias que evitarán el desplome del precio en los mercados.
Ventas indirectas
“En realidad, las exportaciones extremeñas a Rusia, de manera directa, son muy pequeñas porque es muy difícil entrar en ese mercado, pero indirectamente sí que llega mucha ciruela extremeña a Rusia, a través de otras compañías ya introducidas; por eso, nos temíamos un desplome del precio tras el veto”, señala un productor extremeño.
El nuevo reglamento ya en vigor completa las medidas aprobadas inicialmente para paliar el boicot ruso, tales como ayuda a la retirada o cosecha en verde. La regulación ha ampliado el número de frutas y verduras que podrán beneficiarse de tales apoyos. Entre los productos nuevos beneficiados por las actuaciones excepcionales figuran, además de las ciruelas, los tomates, zanahorias, coles, pimientos dulces, coliflores, brócoli, pepinos, pepinillos, setas, manzanas, peras, bayas, uvas frescas de mesa, kiwis, naranjas dulces, clementinas y mandarinas.
Otra de las consecuencias del mes de retraso en la publicación de este decreto será la pérdida de una cantidad de fruta, aún sin cuantificar, que no ha podido conservarse en las cámaras frigoríficas, en donde se almacena actualmente la mayor parte de la producción de esta temporada.