En mayo hay dos destinos de Extremadura en los que un hecho histórico se convierte en reclamo turístico. Uno es Romangordo, en la provincia de Cáceres, donde los días 13, 14 y 15 se va a recrear la Batalla de Los Ingleses que tuvo lugar contra las tropas napoleónicas en mayo de 1811 en el pueblo y el otro es La Albuera, en Badajoz, que se convertirá también en un gran escenario al aire libre en el que se recordará el 20, 21 y 22 de este mes, otra batalla de la Guerra de la Independencia y que, en este caso, cuenta con la calificación de Fiesta de Interés Turístico Regional concedida por la Junta de Extremadura.
Son dos ejemplos de lo que se conoce como turismo patrimonial, que consiste en el aprovechamiento de un acontecimiento histórico para convertirlo en turismo de experiencias. Más o menos funciona de la siguiente manera: se elige un momento histórico de relevancia para la zona, se le da forma de escenificación teatral al aire libre y con implicación de los vecinos, para darlo a conocer de una forma lúdica y en torno a ese momento se organizan otras actividades que se pueden disfrutar en familia con el fin de ampliar el espectro público.
Lo cierto es que la fórmula parece funcionar porque cada año son más las personas que se acercan hasta Extremadura con ganas de vivir la recreación de ambas batallas. La de Romangordo arranca el viernes 13 de mayo por la tarde, con izada de banderas de los países que formaron parte de la contienda de Lugar Nuevo, que es como se llama el momento que se recuerda y, también, con interpretación de sus respectivos himnos patrios. La de La Albuera arrancará una semana después, con representaciones nocturnas de la obra La Sangre de un Pueblo Inocente los días 20 y 21 y recreación de la batalla propiamente dicha el 21 y 22 por la tarde. Hasta un millar de personas se repartirán los papeles de militares angloportugueses y españoles para recrear aquel momento pero, también, en el de gente corriente para contribuir a la ambientación.
17 hechos históricos aprovechables
La recreación histórica como reclamo turístico es un objetivo en el que se han fijado los gestores del turismo, de manera que el Cluster de Turismo en colaboración con la Universidad de Extremadura han detectado hasta 17 hechos históricos que podrían empaquetarse como atracción para los viajeros. Por el momento, a las dos batallas que se resucitan en mayo hay que sumarles también recreaciones como la Boda Regia de Valencia de Alcántara, la Ruta Carlos V por La Vera, el Alcalde de Zalamea en Zalamea de la Serena, la Ruta Literaria sobre el Romanticismo en Almendralejo o el Ya Tornan Las Vacas de Tornavacas, Los Conversos de Hervás, La Leyenda del Tesoro de Aliseda, el Festival Templario de Alburquerque, De la Luna al Fuego de Zafra, Emérita Ludica en Mérida o Al Mossassa en Badajoz.
Parece ser que a los turistas les llama la atención ver cómo una población y sus vecinos son capaces de dar una vuelta atrás en la historia, metiéndose de lleno en el papel de quienes marcaron algún momento memorable en su entorno.