Las organizaciones SEO/BirdLife, Ecologistas en Acción y WWF España, como representantes de los colectivos ecologistas en el Consejo de la Red de Parques Nacionales, han reclamado que se cumpla la legislación y no se permita la caza en el espacio protegido de Monfragüe.
De esta forma, han instado al gobierno autonómico y central a cumplir con la “adecuada gestión” del Parque Nacional cacereño “garantizando la conservación de la biodiversidad por encima de cualquier otro interés”.
Las organizaciones han tachado de “inaceptable” la hoja de ruta presentada por el nuevo director general de Sostenibilidad en el reciente Patronato de Monfragüe, ya que, a su juicio, “la Junta pretende acabar con los controles selectivos no cinegéticos y recuperar cuanto antes las acciones de caza con perros para el control de ungulados en todo el parque nacional, incluyendo las fincas privadas”.
Han recordado que la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, había afirmado hace unos días que los cambios en la gestión de Monfragüe se iban a limitar a introducir las “modalidades auxiliares cinegéticas” previstas en los planes de gestión del espacio protegido, como son los recechos y batidas sin perros por parte de cazadores locales y en las fincas públicas.
“A pesar de esto, el director general de Sostenibilidad ha dejado claro que su objetivo es que este control en Monfragüe se haga cazando con batidas y rehalas de perros, tanto en las fincas públicas como privadas del parque nacional”, han denunciado los colectivos ecologistas.
Esto “es lo que venían demandando el sector cinegético y los propietarios privados desde el 2021, año en el que se dejaron de autorizar las monterías privadas de control de ungulados que se hacían desde la declaración del parque nacional en 2007”.
El delegado de SEO/BirdLife en Extremadura, Marcelino Cardalliaguet, ha señalado el poco éxito de las monterías en el control de las especies objetivo “y que provocaban bastantes roces con los visitantes y empresas turísticas del espacio protegido, que sufrieron incluso limitaciones a sus actividades para facilitar las acciones de caza”.
Las organizaciones ecologistas consideran que se están “abandonando los criterios técnicos de gestión del parque nacional e incluso se ignoran los buenos resultados” de los programas anuales de control de ungulados con métodos selectivos “para justificar decisiones que conducen únicamente al objetivo de satisfacer los intereses del sector cinegético”.
Tienen “preocupación” por que “se ignore insistentemente” el efecto que tiene sobre el control de ungulados en Monfragüe la gestión que se hace en las fincas privadas que rodean el parque nacional.
En este sentido, han apuntado que se trata de las mismas poblaciones fluctuantes que hay en toda la zona de influencia de alrededor del espacio protegido, ya que los animales pueden desplazarse libremente entre las diferentes fincas.
Por otro lado, las organizaciones han puesto de manifiesto la “falta de información oficial” sobre la alimentación suplementaria para especies cinegéticas en los cotos anexos, “siendo además un factor de riesgo sanitario ya que estas especies también conviven con ganadería de vacuno en zonas de alimentación, charcas y abrevaderos”.
Así, han demandado “directrices claras” e información sobre la gestión cinegética en el entorno del parque nacional para que sea compatible con los objetivos de conservación del mismo.