La portavoz de la Junta de Extremadura, Victoria Bazaga, ha considerado este miércoles que la decisión de cerrar la central nuclear de Almaraz (Cáceres) se puede “reconducir” y trabajará por ello por todas las vías posibles.
La sociedad pública Enresa, encargada de la gestión de los residuos radioactivos, ha iniciado el proceso de licitación de los servicios de ingeniería encaminados para el desmantelamiento de la planta.
Bazaga ha señalado que es “una tristeza que se dé la orden de desmantelarla y que sea por parte de alguien que ha sido consejero” de la Junta de Extremadura, en alusión a José Luis Navarro, presidente de Enresa.
Al término del Consejo de Gobierno, a pregunta de los periodistas, la consejera ha señalado que, junto a la comarca del Campo Aralueño y las empresas propietarias de la nuclear, pedirán al Gobierno de España que cambie de posición.
A su juicio, “es un auténtico atropello para Extremadura”, ya que esta planta es una “necesidad”.