Unas 4.000 personas está previsto que se acojan en Extremadura al sistema de teleasistencia avanzada personalizada que pondrá en marcha la Junta mediante un convenio con Cruz Roja y que tiene un coste de 3,6 millones de euros, financiados con los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Este sistema, enmarcado en el nuevo modelo residencial diseñado en Extremadura para que los mayores de la región residan el mayor tiempo posible en sus domicilios, ha sido presentado este lunes por el vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles; y el presidente de Cruz Roja Extremadura, Jesús Palo.
La teleasistencia avanzada e implantará primeramente en las localidades de Mirandilla, Valdelacalzada, Torrejoncillo, Eljas, Esparragosa de la Serena, Holguera y Moraleja, y posteriormente se ampliará al resto de la comunidad autónoma.
Vergeles ha indicado que si algo se ha comprobado con la pandemia, es que los mayores institucionalizados se desarraigan y sufren un proceso de envejecimiento acelerado, de ahí este sistema que permitirá vivir a los ancianos, como desean la mayoría, el mayor tiempo posible en sus casas, “coordinando los servicios de protección social y sanitaria”. La teleasistencia avanzada personalizada, por tanto, además del clásico servicio del botón del pánico para la atención de urgencias, prestará apoyo a través de medios tecnológicos dentro y fuera del hogar y la interconexión con los sistemas de información sanitarios y sociales. Así, según el consejero, “la persona irá recibiendo los servicios y las ayudas que necesite en cada momento que lo precise”.
Este sistema posibilitará un mejor control de las enfermedades crónicas, combatirá “la fragilidad de la persona, muy importante para quienes viven solas y de forma especial en el medio rural” y, además, se implantará “guiando y educando” a los beneficiarios para superar la brecha que los mayores tienen con las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).
José María Vergeles ha explicado que la Junta ha querido implantar la teleasistencia avanzada personalizada a través de un convenio con Cruz Roja, aprobado ya en Consejo de Gobierno, y no mediante un concurso público, para aprovechar la experiencia de la entidad en la materia y la labor de sus voluntarios.
A finales de 2023 está previsto que se beneficien de ella 4.000 personas que la necesiten, con un modelo que permite también a los municipios atenderlas a través de los llamados Centros Polivalentes de Servicios Sociales, que pueden ofrecer catering, lavandería o llevarles la compra a casa
El programa está diseñado para mayores de 65 años, especialmente para mayores de 80 años y lo recibirán aquellas personas que hayan sido valoradas y obtengan alguno de los tres grados de situación de dependencia. Asimismo, está dirigido para personas que vivan solas y tengan muy poca o ninguna red de apoyo social y en el caso de parejas de ancianos en el que mejor está cuida del más débil.
El sistema está adaptado al deterioro cognitivo, por lo que cuenta con sensores de movilidad que permiten conocer dónde está el mayor en cada uno de los momentos, y también para los que tienen déficits sensoriales, auditivos o visuales. Prestará servicios de “telelocalización” dentro y fuera del hogar, de telasistencia móvil accesible, para que se puedan comunicar con los mayores para recordarles tareas pendientes, como que se tiene que tomar la medicación, acudir al médico o hacer ejercicio físico. Además, según el consejero, habrá determinados mensajes que se puedan producir a través de pantallas o televisiones para fomentar la autonomía de los beneficiarios o potenciar su memoria.
Habrá cuatro programas específicos, uno dirigido a personas que viven solas con baja red de protección, para las que se cree que tendrán que instalarse unos 800 dispositivos; y otro para personas afectadas por alguna o varias enfermedades crónicas, de las que se estima que habrá unas 2.200 en la región. Asimismo, un tercer programa irá destinado a personas que puedan estar en situación de maltrato o susceptible de sufrirlo, una cifra que se situaría en Extremadura en 500 personas, aunque el consejero considera que hay una “infraestimación”; y personas con discapacidad sensorial, que podrían ser otras 500.
Por su parte, Jesús Palo ha explicado que el programa consistirá en cinco elementos básicos que se adaptarán a cada uno de los usuarios con dispositivos que “nomotizan” la casa.