Decenas de personas se manifestaron anoche frente a la representación oficial de España en Lisboa para pedir el cierre de la central nuclear de Almaraz y para que no se construya el nuevo almacén de residuos nucleares (ATI).
Activistas de organizaciones como Greenpeace o Ecologistas en Acción, entre otros, formaron el grueso de la protesta, que tuvo lugar en la céntrica Avenida da Liberdade, con pancartas que pedían el cierre de la planta al grito de “Nucleares no, renovables sí”.
El acto supuso la clausura de la Conferencia Internacional Antinuclear, desarrollada este sábado en Lisboa por iniciativa del Movimiento Ibérico Antinuclear (MIA).
En la agenda de ese evento, además del caso de Almaraz (Cáceres) y la construcción de su almacén de residuos nucleares, los activistas defendieron la necesidad de contar con un calendario de cierre de las centrales nucleares en España.
La Península, sin nucleares
El eurodiputado de Podemos Xabier Benito, quien asistió a la concentración, declaró que la reunión había sido “un éxito” y destacó la “unanimidad” mostrada en el encuentro por continuar con una agenda clara de movilizaciones para pedir el cierre de Almaraz y que no se construya el ATI.
En este sentido mostró su esperanza en que la Comisión Europea (CE) “dé un veto a este almacén” que “no representa más que un proyecto para seguir alargando eternamente la vida del parque nuclear español”.
La construcción del ATI preocupa especialmente al Gobierno de Portugal, que el pasado 16 de enero entregó en la CE una queja para que Bruselas le deje participar en la declaración de impacto ambiental de la infraestructura.
Portugal considera que las autoridades españolas no han evaluado los impactos transfronterizos del proyecto, que se levantaría a unos cien kilómetros de la frontera entre ambos países.
La construcción del almacén de residuos ha generado protestas por parte de asociaciones ambientalistas de España y de Portugal, y ha provocado en el país vecino la reclamación para abrir un debate ibérico sobre el abandono de las nucleares en favor de las renovables, lo que supondría el cierre del parque atómico español.