Don Benito-Villanueva, a secas con guión
Tras leer la entrevista de mi admirado investigador al que considero mi condiscípulo en Alonso Zamora Vicente don Manuel Casado Velarde en diario.es el 2 de junio conjeturo que en el acta secreta de la Comisión Científica de los 14 expertos para bautizar la fusión de Don Benito y Villanueva de la Serena habrá un voto particular suyo en el que salva su voto y la dignidad de la Comisión Científica a pesar de pertenecer a ella algunos miembros menos preparados que él en una ciencia tan rica y compleja como es la Toponimia y onomástica.
Muy acertado es su deseo de que se llame la fusión con el nombre ya consolidado de Don Benito-Villanueva.
Demuestra Manuel Casado Velarde un sólido conocimiento de la toponimia peninsular, y al mismo tiempo su investigación sobre el habla de la comarca de la Serena que dio a conocer en un estudio muy bien documentado publicado con un acertado prólogo de mi maestro Alonso Zamora Vicente [El léxico diferencial de Don Benito. Vocabulario común. Don Benito. Ayuntamiento. 2002].
Casado Velarde defiende que la denominación Don Benito-Villanueva tiene arraigo porque es la usada para denominar el área de salud de la zona y el nombre del hospital que ambas localidades comparten desde los años 7O, cuya primera denominación fue el de Hospital Juan Sánchez Cortés, político perteneciente a los Propagandistas de Acción Católica, que fomentó la industria de la zona en los años sesenta del desarrollismo español.
El razonamiento de Casado Velarde apunta a la praxis llevada a cabo en la fusión de Peñarroya-Pueblonuevo, Oza-Cesuras entre otras. Su último argumento apela al sentido común, que es del que participan la mayoría de los habitantes de la zona y de otras latitudes.
Según el baremo de presencia de las publicaciones que mide VIAF.ORG Manuel Casado Velarde es de los 14 expertos de la Comisión Científica nombrada digitalmente el investigador científico que tiene la estrella con más puntas en VIAF.
Sus publicaciones se pueden consultar en bibliotecas de 23 países del mundo culto. Salvo error u omisión duplica el número de estrellas del segundo investigador científico experto de esa comisión más conocido internacionalmente y deja en evidencia poco deseable a algunos miembros de la Comisión Científica que no figuran en la base internacional de datos VIAF.ORG.
El razonamiento de Casado Velarde es muy coherente al proponer el nombre de Don Benito-Villanueva.
Como este asunto tiene visos de convertirse en una excelente obra de teatro en la variedad de sainete en un nuevo microrrelato me ocuparé de la creación de un nuevo nombre con las palabras Vegas Altas + de + Guadiana siguiendo el método de mi maestro Alonso Zamora Vicente en la creación de la localidad ficticia de San Miguel de las Vegas bajas (San M. de las V. B.) en la novela inspirada en el recuerdo de su estancia como catedrático de Instituto en la ciudad de Mérida (Extremadura, España) en 1940-1942.
La novela la publicó en 1987 en selecciones Austral, Espasa Calpe, Madrid y se titula Vegas bajas. El relato parece un anticipo de ciencia ficción que profetiza la realidad que nos circunda en 2022. La Mecedora Habladora siempre me aconseja que cuando me citen una autoridad como experto o experta mire sus publicaciones en la Biblioteca Nacional de su país de origen y su proyección en las del resto del mundo mundial en VIAF y la compare con su auto-curriculum y no deja de recordarme que el sentido común al que se refiere Manuel Casado Velarde es el menos común de los sentidos.
* Antonio Viudas Camarasa es académico de número de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes
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