Extremadura priorizará la realización de pruebas a los convivientes de casos positivos

El Servicio Extremeño de Salud (SES) ha cambiado su protocolo ante la avalancha de positivos y de contactos estrechos de la sexta ola, que incluso está poniendo el riesgo al eficacia del sistema de rastreo. Por este motivo, a partir de ahora se realizarán pruebas diagnósticas de COVID-19 a personas vulnerables y a los convivientes de los casos positivos.

El consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, ha advertido que el rastreo de contactos se va a hacer “en todos” los casos pero que la realización de pruebas diagnósticas se va a centrar en las personas que tienen más riesgo de tener una enfermedad grave y en quienes conviven “porque son los que han tenido más relación”.

En este sentido, Vergeles ha afirmado que frente a otras comunidades autónomas donde se ha apostado por los “test de autodiagnóstico”, que entiende que “no se pueden en este momento avalar”, Extremadura ha preferido “hacer rastreo de todos y recomendar a todos los contactos que extremen las precauciones”. Pero no se realizarán pruebas a aquellas personas que estén convenientemente vacunadas porque “la suelen pedir a las pocas horas de haberse enterado que es contacto estrecho” y “suele dar negativa en la primera”, con lo que “se está perdiendo una posibilidad de aislamiento y de romper la cadena de transmisión”.

Sin restricciones ante de fin de año

Por otro lado, y a pesar de que la incidencia acumulada en Extremadura ya es de 1.347 casos a los 14 días, de que se desconoce cuándo se alcanzará el pico de contagios y de que la presión hospitalaria sigue aumentando, el consejero de Sanidad ha indicado que antes de final de año no se van a tomar medidas restrictivas y seguirán las recomendaciones porque con los actuales datos de ocupación hospitalaria, la región “lo tiene muy difícil para solicitar al Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEX) medidas restrictivas”.

En esta jornada, según datos provisionales que pueden variar, se alcanzarán las 80 personas ingresadas, con un hospitalizado más en UCI, por lo que la comunidad seguiría en nivel de alerta dos, donde, de acuerdo al semáforo COVID, hay que “ir a recomendaciones y no restricciones”. Pero el titular de Sanidad ha admitido que la incidencia está “desbocada”.

Vergeles ha recordado que por encima de “13 personas” hospitalizadas en UCI en Extremadura es cuando se alcanza el nivel de alerta 3, momento en el que, ha dicho, “desde el punto de vista de la salud pública se deben adoptar medidas restrictivas, así lo establece el semáforo”. De este modo, entiende a sus homólogos en otras regiones en las decisiones que adopten en cada momento pero ha pedido guiarse “por la cogobernanza del sistema del semáforo”, con unos indicadores de riesgo y niveles de alerta que “permiten solicitar a los tribunales de justicia las medidas restrictivas que tengan que tomar”.