El vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, ha subrayado este viernes que si Extremadura no es capaz de disminuir las cifras de incidencia de la covid-19 en los “próximos días” las posibilidades de cambiar de nivel de alerta son “muy elevadas”, lo que llevaría a nuevas restricciones.
El consejero ha precisado que con estas cifras de incidencia, Extremadura, que sigue en el nivel 1, cambiaría de alerta si el porcentaje de hospitalizados supera el 10 % o si el de ingresados en unidades de cuidados intensivos (UCI) sobrepasa el 5 %, con que se cumpliera uno de esos dos criterios.
En este momento, la región tiene una ocupación del 5,26 % en los hospitales y del 2,31 en las UCI, ha apuntado. La “proporcionalidad” de las medidas a tomar según está la situación en este momento, según Vergeles, aconseja que sea en el ámbito de la comunidad autónoma y no al nivel de área de salud.
Vergeles ve con “preocupación” la situación, aunque gracias a la vacuna no es la de los meses de enero y febrero pasados, cuando había parecidos datos de incidencia. En este sentido, ha adelantado que este viernes se comunicarán alrededor de ocho ingresos, aunque la cifra total probablemente bajará.
El consejero ha señalado también que siguen preocupando varias poblaciones, sin citar ninguna en concreto, y que los brotes hay que estudiarlos y rastrearlos muy bien porque responde a mucha movilidad social.
En la mañana de este viernes ya había comentado en las redes sociales que todos los brotes notificados el jueves, seis en total, tenía un origen “social”, es decir, en viajes, campamentos, reuniones y ocio.
Sobre las declaraciones del nuevo presidente del PP de la provincia de Badajoz, Manuel Naharro, en contra de los cierres perimetrales, ha considerado que ha “fallado en el diagnóstico”, ya que sí dan resultado, como se ha demostrado en Villafranca de los Barros, uno de los cierres que se ha criticado.
Por último, ha asegurado que el sistema de autocita para que se vacunen los menores de 29 años dará una “coherencia mayor” al proceso y permitirá compensar las diferencias las “pequeñas” diferencias que hay entre las áreas de salud.