El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha utilizado un sorprendente argumento para justificar el lento ritmo de vacunación contra la COVID-19 durante las primeras semanas. Según ha explicado, la administración de las dosis en las residencias de mayores fue a un ritmo menor debido a un periodo inicial de “prudencia”.
“Esta vacuna se ha aprobado en un tiempo excepcionalmente corto y era necesario mantener la prudencia para ver cómo reaccionaban los primeros vacunados”, ha expresado el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, en rueda de prensa para dar a conocer nuevas medidas restrictivas y un plan de apoyo económico.
De esta forma, Fernández Vara, médico de profesión, ha puesto en duda la seguridad de la vacuna a pesar de contar con la autorización de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y haber obtenido también luz verde para su utilización en muchos otros países como Reino Unido, Estados Unidos, Canadá o Japón.
Las dudas expresadas por el presidente extremeño hacían referencia a que el antídoto se ha probado y autorizado en un tiempo récord, algo que ha sido posible por “una movilización e intercambio de información sin precedentes entre científicos, empresas, reguladores, profesionales sanitarios y paciente de todo el mundo”, como explicó la directora ejecutiva de la EMA, Emer Cooke. Además, desde la Agencia se asegura que la evaluación de las vacunas es “totalmente científica”.
Por ello, las críticas a las declaraciones de Fernández Vara han sido numerosas desde la tarde del miércoles, sobre todo por venir de una región donde la COVID-19 está desbocada en esta tercera ola de contagios. La incidencia acumulada a los 14 días supera los 1.100 casos y ayer se batió, un día más, el récord de contagios diarios, con 1.381 positivos y 17 fallecimientos.
El Grupo Popular en la Asamblea de Extremadura ha solicitado este jueves en la primera sesión del año los “nombres y apellidos de todos los expertos” que han respaldado la decisión de ralentizar el ritmo de vacunación durante los primeros días.
La portavoz de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel, afeó al presidente autonómico sus declaraciones por “cuestionar y alimentar bulos y conspiraciones” y ha pedido una rectificación pública. Además, considera que sus declaraciones son una excusa para justificar la “ineficacia” de la campaña de vacunación contra la COVID-19 en Extremadura.
Su grupo parlamentario ha criticado la “defensa del argumentario antivacuna” del responsable regional y han recordado que la autorización “no se ha saltado ninguna fase”, por lo que es “una barbaridad poner en duda a la comunidad científica y retrasar la vacunación por sus creencias de barra de bar”.
Además, han pedido al presidente que se vacune este jueves públicamente para “cortar de raíz cualquier especulación”.
La vicepresidenta segunda del Congreso y vicesecretaria de Política Social del PP, Ana Pastor, que también es médica y fue ministra de Sanidad, ha recordado a Fernández Vara que es la Agencia Europea del Medicamento la encargada de evaluar la vacuna.
Vacunación más rápida
Una vez despejadas esas dudas con la administración de las primeras dosis, el presidente de la Junta de Extremadura ha asegurado que el Servicio Extremeño de Salud (SES) ya ha iniciado un mayor ritmo de vacunación ante la COVID-19 y mantiene su objetivo de vacunar esta semana a los usuarios de todas las residencias, a excepción de aquellos centros que presentan casos positivos (una veintena), y después de un periodo inicial marcado por la “prudencia”.
El Ejecutivo extremeño mantiene su objetivo de vacunar esta semana a los usuarios de todos los centros de mayores y está “muy avanzada” la vacunación de los profesionales sanitarios“. Asimismo, ha expuesto su ”preocupación“ y ”obsesión“ por poder vacunar dentro de 21 días a quienes ya recibieron la primera dosis.
En la comunidad ya se han administrado 14.306 dosis y se han vacunado 2.100 sanitarios, pero en una veintena de residencias no se ha podido empezar a inocular por registrar casos positivos y solo hay un centro, 'Los Olivos' de Mérida, que se ha visto afectado después de la “primovacunación”. En este caso, hay que “calibrar” el brote y administrar la segunda dosis a las personas que hayan dado negativo en covid.
Profesionales jubilados
Extremadura cuenta con trece equipos de vacunación, formados por voluntarios procedentes de la Atención Primaria que han realizado el correspondiente curso de formación y que se han sustituido con “alrededor de 80-100 profesionales”.
La Junta está recabando los datos de todos aquellos profesionales jubilados que se han ofrecido a ayudar en el proceso de vacunación porque “probablemente todas las manos sean pocas”.
En estos momentos, ha recordado Vergeles, se están usando las dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech y este miércoles han llegado a Extremadura las primeras de la vacuna de Moderna, cuyo manejo requiere igualmente formación específica que se irá impartiendo.
Una vez que concluya el proceso con las residencias y profesionales sanitarios de primera línea, será el turno de las personas en situación de dependencia y se estudia la posibilidad de incluir a los trabajadores que realizan el cuidado personal de las mismas en sus domicilios para evitar riesgo de contagios.
Después se llevará a cabo la vacunación de otros sanitarios que no están en primera línea pero que, de alguno u otro modo, pueden tener contacto con pacientes COVID.
Vergeles ha informado además de que este miércoles ha pedido en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud que “se designe ya a los siguientes grupos de vacunación” para que no se produzca una ralentización del proceso.