La Fundación Triángulo ha celebrado que el Tribunal Supremo haya otorgado a una mujer lesbiana extremeña la maternidad del hijo que concibió mediante inseminación artificial su expareja y ello a pesar de la oposición de la progenitora. El Tribunal Supremo obvia la obligación de que exista el consentimiento de la madre biológica para que se reconozca la condición de segunda madre a una mujer que actuó como tal, e incluso le dio su apellido al niño, a lo largo de los años de convivencia de ambas. Ha desestimado así por unanimidad el recurso de nulidad contra la sentencia que reconocía a la madre lesbiana, no biológica, la filiación del hijo, nacido antes de la aprobación del matrimonio para personas del mismo sexo. El recurso fue interpuesto por la madre biológica apoyada por “sectores conservadores alegando indefensión, un modelo de familia ideológico tradicional y discriminación del menor”, según indica Fundación Triángulo Extremadura en un comunicado de prensa. Para esta fundación, el caso de Maribel Blanco, extremeña de origen, que vive en Castilla-La Mancha, ha sido objeto de atención mediática en diversas ocasiones por representar “lo más duro” de la lucha por el reconocimiento de la maternidad y los derechos familiares para las personas LGBT afectadas por la ausencia de una ley igualitaria en el acceso al matrimonio antes del año 2005. Fundación Triángulo celebra el fallo del Tribunal Supremo y confía en que este sea “el punto y final de un amargo litigio para todas las partes implicadas y en especial para el menor afectado”. Así, espera que “los sectores conservadores que han alentado este recurso no utilicen la sentencia como excusa para plantear un debate puramente ideológico ante el Tribunal Constitucional (TC)”. Silvia Tostado, representante del Área de Familias de esta fundación, ha recalcado que “la ley y la sociedad española reconoce la pluralidad y diversidad familiar”, y ha aseverado que “no existe ni se puede imponer un modelo de familia único basado en criterios religiosos ni biológicos”.