Unos 5.000 menores de entre 11 y 9 años reciben este miércoles la vacuna contra la COVID en Extremadura. La administración de la primera dosis -recibirán la pauta completa dentro de dos meses- se ha iniciado en 61 centros escolares entre las ganas de niños y padres, y también con algunos nervios por el pinchazo.
No obstante, la tónica general en esta primera jornada ha sido de normalidad y tranquilidad, a pesar de cierta polémica surgida en los últimos días por que la vacunación se lleve a cabo en los colegios sin la presencia de las madres y padres, y no en centros de salud o vacunódromos.
Por este motivo, las consejería de Sanidad y Educación extremeñas han informado a los padres a través de la plataforma online Rayuela del momento en el que comenzaba la inoculación de cada curso y se ha dado la opción de recoger a los menores media hora más tarde para llevarlos a casa. Esta posibilidad ha provocado la llegada constante de padres a las puertas de los centros escolares a lo largo de la mañana. Otros han optado, bien por tranquilidad o bien por la dificultad para conciliar, porque sus hijos se reincorporaran a las clases.
En el colegio 'Ciudad de Mérida' de la capital extremeña ha comenzado la vacunación a las 9.30 horas. Los menores de 6º de Primaria han recibido la primera dosis de la vacuna en la biblioteca. Juli, una madre de un niño de 11 años, se encontraba nerviosa desde mucho antes en la puerta hasta que a las 10.11 horas ha recibido el mensaje en Rayuela: “Ya ha comenzado la vacunación y todo genial”. A su juicio, la campaña infantil se ha llevado a cabo con “prisas y sin información”. Uno de los aspectos que más ha criticado junto a otras madres es la falta de una ambulancia medicalizada en la puerta del colegio “por lo que pudiera pasar”. En los equipos sanitarios desplazados a los centros ha participado un pediatra.
Sin embargo, Alonso, su hijo de 11 años, la ha tranquilizado en cuanto ha salido: “Todo fenomenal, no me ha dolido. Pensaba que me iba a doler mucho, pero me ha sido súper guay”.
Remedios ha recogido a sus hijos gemelos, que esta mañana “uno de ellos se ha levantado nervioso porque no le gustan nada las agujas y anoche estuvimos ensayando y explicándoles cómo iba a ser”. Afirma que los menores son “conscientes” de que la inmunización contra la COVID “es un bien para todos”, pero ha preferido llevarlos a casa tras los pinchazos por “seguridad” por los efectos secundarios que ella padeció.
María José también ha optado por “observar a las niñas en casa” después de recibir la vacuna, aunque “entiendo que cuando nos han avisado es que todo está bien”. Sus hijas tenían “un poco de miedo”, pero ella ha recordado que también recibió una vacuna de pequeña en el colegio “así que no hay problema y confiamos en el colegio”.
Su hija, Natalia, ha explicado a la salida que el pinchazo no duele, pero que después “sí duele un poco el brazo”. Con timidez delante de su madre ha reconocido que gracias a la vacuna se había perdido la clase de Matemáticas, pero ha preferido irse a casa “para estar más tranquila”.
Nuria es otra niña de Mérida “muy contenta” por haber recibido la primera dosis “sin dolor y muy rápido”. Ha explicado sus ganas por vacunarse “porque ya quedamos pocos” y ha asegurado que conoce la situación que se vive por la pandemia en todo el mundo: “Me entero por las noticias que los de mi edad somos los que más nos contagiamos ahora”.
La vacunación de los alumnos de entre 11 y 9 años se extenderá hasta el miércoles 22 en todas las áreas de salud, aunque en las más pequeñas se prevé que esta primera parte de la campaña pediátrica contra la COVID finalice ya este viernes. A partir del 8 de enero los equipos del Servicio Extremeño de Salud (SES) volverán a los colegios para comenzar la inmunización de los menores que tienen entre 5 y 8 años.