El Sindicato de Enfermería (Satse) ha exigido a la Junta de Extremadura que abra una investigación y depure responsabilidades después de conocerse que la directora del Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia (SEPAD) en Badajoz, Montserrat Rincón, ha dimitido por recibir la primera dosis de la vacuna del coronavirus a principios de enero.
El responsable regional del sindicato, Damián Cumbres, ha indicado que deberían investigarse “entre otras circunstancias, si el director del centro sociosanitario donde se vacunó lo consintió, también debería presentar su dimisión”. “Nadie va a un centro y le vacunan porque sí, alguien da la orden y alguien lo consiente”, ha asegurado.
Cumbres considera “vergonzoso” que se utilicen los cargos políticos para esta circunstancia “y que se use la política para servirse y no para servir, da igual que provenga de la formación que sea”, pues como se ha comprobado a nivel nacional ha habido casos en distintos partidos. También ha calificado esta situación como “ más desafortunada, si cabe, cuando todavía hay profesionales en primera línea en Extremadura que todavía no se han vacunado”.
En este sentido ha puesto en valor la labor de los profesionales sanitarios desde el inicio de la pandemia, una labor que ha lamentado se vea desvirtuada con hechos como el acontecido en Badajoz.