“Vámonos de aquí que tú no mereces esto”, las palabras que devolvieron la vida a Elisabeth

“Vámonos de aquí que tú no mereces esto” fueron las palabras que Elisabeth Blanco recibió de su hija un domingo. “Yo le di la vida a ella pero ella me la dio aquel domingo a mí”, ha recordado a las puertas del 25N con un mensaje de esperanza para las víctimas de la violencia de género. “Hay vida después de y yo soy un claro ejemplo”, ha manifestado en el acto institucional con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres celebrado este jueves en la Asamblea de Extremadura.

A quienes viven el horror de esta lacra, les ha lanzado un mensaje de “esperanza” y les han recomendando que denuncien y “se dejen guiar” de la mano de los profesionales como ella hizo, después de aquel domingo, cuando “abatida, sin ganas de vivir y sin dignidad” llegó a la Guardia Civil para dar a conocer su caso. Tras ello interpuso la denuncia y fue derivada a una oficina de igualdad, donde desde el respeto y el anonimato, le cogieron la mano y le informaron de los pasos a seguir “para mejorar mi vida y la de mis hijos”.

A unos y otros ha mostrado hoy su agradecimiento “por no dejarme sola ni un momento y preocuparse por mí”, por enseñarle a vivir de nuevo tras haber recibido frases como “no vales para nada” o “eres una vergüenza de mujer” que retumbaban en su mente y que, “lo que es peor”, se llegó a creer. “Me queda un camino duro pero sé que voy a lograr ser más feliz de lo que soy, por mis hijos, ellos merecen toda mi alegría”, ha expresado Elisabeth.

Un testimonio duro como el que también ha trasladado Rachida Sabir, quien hoy ha recordado como su hermana Nadia, de origen marroquí, fue asesinada en 2010 por su pareja, “que era español” y se suicidó, dejando huérfana a una niña de ocho años. Tras dictarse la orden de alejamiento, Nadia estaba luchando por vivir una vida “normal”, intentando disfrutar de su hija, pero fue “por muy poco tiempo, aquí terminó todo”, ha recordado muy emocionada.

“Hay un antes y después” de estos hechos, una vida “llena de heridas”, pero los familiares“ tienen que seguir hacia adelante porque la vida sigue”. El objetivo de Rachida, a partir de entonces, fue que su sobrina viviera una vida “normal”, precisamente aquello que a su hermana arrebataron.

Durante el acto institucional se ha procedido además a la lectura del manifiesto que han suscrito únicamente PP, PSOE y Unidas por Extremadura, después de la negativa de Vox, con lo que ha sido la primera vez que el Parlamento extremeño no ha aprobado una declaración institucional por el 25N firmada por todos los grupos parlamentarios.

En el texto, leídos por las diputadas de Igualdad de los partidos firmantes, se ha recordado a las 1.236 mujeres asesinadas desde 2003 -trece de ellas en Extremadura-, y 49 menores desde 2013, y se ha señalado que “las vidas de las mujeres no son números y no podemos acostumbrarnos ni resignarnos a convivir con esta violencia que desafía los pilares de un país democrático”. Se ha hecho una defensa del “hito” que supusieron las leyes nacional y regional contra la violencia de género -cuya derogación pide Vox-, así como la aprobación del Pacto de Estado contra la Violencia de Género en 2017.

“Nos comprometemos a seguir trabajando, dentro de nuestras competencias, junto con el resto de las administraciones públicas, a desarrollar y dar cumplimiento” a las medidas incluidas en este pacto, expresa la declaración, en la que PP, PSOE y Unidas por Extremadura se comprometen a “combatir cualquier discurso negacionista y posicionamiento político que niegue la violencia de género o rechace las políticas públicas enfocada a su total erradicación”.