La casualidad ha querido que el día de la proclamación de Alfonso Rueda como candidato el periódico de referencia del PP gallego, La Voz de Galicia, ha publicado una macroencuesta que dibuja la posibilidad de un vuelco electoral en las elecciones del 18F. El sondeo del rotativo coruñés sitúa al PP en 39 escaños, tres por debajo de los 42 actuales y solo uno por encima de la mayoría absoluta.
Consciente del riesgo, Rueda ha socializado el temor con sus parroquianos: “Aquí se puede perder todo. Nuestro peor enemigo es el conformismo. No está todo hecho”, ha asegurado desde el atril en su acto de proclamación. El candidato del PP ha pedido a los suyos que se comporten como “gente orgullosa”. “Que nadie baje los brazos” ha reclamado Rueda a sus votantes a los que llama a defender su proyecto “en la calle y en los bares”.
Las referencias a una posible derrota electoral han ocupado la parte final del discurso con el que Rueda da el pistoletazo de salida de una campaña que, según asegura, va a servir para evitar que Galicia se convierta en “una sucursal de los independentistas”. “Nos jugamos mucho el 18F”, asegura Rueda para quien la izquierda solo tiene un objetivo: “Que no gobierne el PP”. “Somos un grupo imparable pero si este grupo no está activo y no está convencido tenemos serias posibilidades de que Galicia pegue un cambio y nos arrepentiremos de eso”, afirmó el candidato del PP.
Hasta en las frases hilvanadas para el optimismo ha trufado Rueda el temor a un cambio político en la tierra que forjó como político a Alberto Núñez Feijóo: “Lo que no saben es que nosotros somos mejores y somos muchos más. Creo que es posible pero nada está ganado. Nada vale si nos conformamos”.