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La antiabortista Red Madre logra un local en la nueva sede de la Xunta en Pontevedra

Feijóo, ante un puesto de Red Madre en A Coruña, en una imagen de archivo

David Lombao

En la primavera del año 2009 el PP estrenó su recuperada mayoría absoluta en el Parlamento de Galicia activando la tramitación de la iniciativa legislativa popular (ILP) impulsada por el Foro Español de la Familia a través de su plataforma antiabortista Red Madre. La norma, nominalmente destinada a “establecer y regular una red de apoyo a la mujer embarazada”, dio cobertura legal a Red Madre, le abrió la puerta de la financiación pública, le otorgó funciones como el asesoramiento a mujeres embarazadas sin recursos económicos y amparó otras controvertidas medidas como un “protocolo de renuncia de bebés en el hospital”.

Casi una década después del impulso de la ley de la Red Madre, este colectivo sigue operando en Galicia través de cuatro asociaciones, una por provincia, y continúa optando y logrando diversas ayudas públicas. La más reciente es la consecución de un local en la remodelada sede de la Xunta en Pontevedra, en la céntrica calle Benito Corbal. El Gobierno gallego reservó en este edificio locales para el tejido asociativo de Pontevedra y comarca. Y uno de ellos será para Red Madre, lo que ha causado un profundo malestar en el Ayuntamiento pontevedrés, gobernado por BNG y PSOE, así como en colectivos feministas de la zona.

Para asignar estos locales de uso “social, cultural o sanitario”, que finalmente ocuparán un total de 28 colectivos, la Xunta lanzó el pasado enero una orden en la que fijaba los criterios bajo los cuales las diferentes entidades podrían optar a ellos. Entre los criterios de evaluación, en los que las asociaciones podían obtener hasta un máximo de 100 puntos, la Xunta valoró aspectos como la “relevancia social” del proyecto, el uso del gallego, el número de personas beneficiarias de su actividad o la antigüedad del colectivo, entre otras.

La Red Madre presentó su solicitud y obtuvo los 14 puntos que recibieron automáticamente todos los colectivos que pidieron un local 'tipo A' -de entre 20 y 27 metros cuadrados-. También logró 14 puntos -el máximo- por la adecuación “definida y concreta” del uso previsto del local, 24 puntos de los 24 posibles por la “relevancia social del proyecto”, 9 de 9 por prever beneficiar a más de 100 personas al año y otros 3 puntos -el máximo- por tener más de 3 años de “antigüedad en la implantación” en Pontevedra.

A estas puntuaciones se añadieron 6 puntos por prever entre 4 y 8 horas de atención a las personas beneficiarias y 5 puntos por la presentación de la documentación en gallego. Los cinco finales fueron por ser una entidad declarada de utilidad pública. En total, 80 de los 100 posibles.

Pese a haber logrado cero puntos en tres de los apartados valorados –actuaciones que “incentiven la igualdad de mujeres y hombres”, “consecución de premios dentro del campo local” y presentación de solicitud conjunta con otras asociaciones–, las altas puntuaciones en los anteriores apartados han permitido a la Red Madre ser la segunda entidad con mayor puntuación. Sólo quedó por encima la Asociación para la lucha contra enfermedades del riñón (ALCER), según el resultado de la evaluación publicado en el Diario Oficial de Galicia. Por detrás de la organización antiabortista quedaron otras entidades como la Fundación Meniños, Asociación Española contra el Cáncer o Cruz Roja.

El resultado de este reparto no ha sido bien acogido en el gobierno local de Pontevedra. La nueva concejala de Igualdad y Bienestar de la ciudad, la socialista Paloma Castro, ha anunciado su intención de “poner en marcha una ofensiva municipal” para intentar “impedir” esta cesión, que se puede prolongar hasta cuatro años. A juicio de Castro resulta “vergonzoso” que “organizaciones integristas y partidarias que atentan contra los derechos y la libertad de las mujeres” logren un espacio público. Menos todavía cuando se han quedado fuera del reparto otras “con mucha más huella en la ciudad”, como Greenpeace, la Asociación Astronómica Sirio o el Club Baloncesto Estudiantes, ejemplifica.

Estas críticas de la concejal llegaban en la víspera de que el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, entregara las llaves de los locales a las 28 asociaciones que los han conseguido. “Todas las entidades que resultaron beneficiarias resultaron elegidas a través de un proceso convocado en régimen de concurrencia competitiva y según los criterios establecidos de manera pública en las bases de la convocatoria”, destacó la Vicepresidencia del Gobierno gallego.

La concesión del local a Red Madre fue rechazado en el propio acto de entrega de llaves por parte de activistas feministas, como recoge Pontevedra Viva, mientras que Rueda reiteraba la existencia de un baremo público para la asignación de los locales y agregó que “el feminismo parece que es de un solo partido”. En días pasados el BNG defendió en el Parlamento que este edificio llevara el nombre de Virxinia Pereira, escritora y esposa del histórico político galeguista, escritor y artista Alfonso Daniel Rodríguez Castelao, pero el PP lo rechazó en el Parlamento.

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