Arrecian las críticas políticas y sindicales contra la decisión de la Xunta de cerrar a la actividad normal 14 centros de salud de Vigo

Daniel Salgado

5 de enero de 2022 15:03 h

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La restricción de la actividad en 14 centros de atención primaria del área sanitaria de Vigo a todo aquello que no sea coronavirus y urgencias ha desatado protestas sociales, políticas y sindicales. La Asociación Galega en Defensa da Sanidade Pública considera directamente una represalia contra las protestas de los trabajadores la decisión del Gobierno gallego. La CIG, sindicato mayoritario en el sector, recuerda que con huelgas y paros ya avisaron de la situación de colapso del servicio. Y PSdeG y BNG lo califican de “terrible y gravísimo”. La formación nacionalista ha exigido, a través de la Diputación Permanente del Parlamento gallego, la comparecencia urgente del conselleiro, Julio García Comesaña.

La decisión, remitida por la Dirección de Atención Primaria del Servizo Galego de Saúde (Sergas) el pasado lunes, se excusa en el “déficit de personal facultativo”. Fue precisamente la escaseza de personal la causa de los tres días de huelga que los empleados de los ambulatorios de la comarca de Baixo Miño secundaron a finales del mes pasado. La propia Xunta admitió entonces, por boca de García Comesaña, “problemas gravísimos” en medicina de familia, pero con su habitual coletilla de impotencia política: “No tengo una varita mágica para hacer que aparezcan los profesionales”. Sindicatos y asociaciones gremiales insisten en que esta escaseza se debe a la precarización laboral promovida por los sucesivos gabinetes de Alberto Núñez Feijóo.

Para la CIG, los sucedido se veía venir. “Ya antes de la pandemia advertimos sobre la posibilidad del colapso de atención primaria por falta de medias”, señala la central en un comunicado, “lo que ahora ha confirmado la gerencia del área sanitaria, con una medida [el cierre de los 14 centros de salud] que no fue comunicada a la representación sindical”. Las movilizaciones en defensa de la sanidad pública fueron, añade, la respuesta de trabajadores y ciudadanía. “No vale la disculpa de la falta de profesionales, porque ya hace cinco años que sabíamos que esto iba a suceder y no se tomaron medidas para evotarlo”, indica. La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos en Galicia se ha referido, por su parte, a que decisiones como las restricciones en la primaria de Vigo “no han hecho más que sembrar el caos y la confusión”.

En el ámbito político, la oposición ha criticado con dureza la actuación de la Consellería de Sanidade. De “terrible y gravísima” tildó el portavoz socialista en la Cámara gallega, Gonzalo Caballero, la clausura de las consultas médicas en los 14 centros de salud del área de Vigo. “Ignoró las advertencias de los profesionales sanitarios y ahora la situación es calamitosa”, dijo en referencia al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, a quien reclamó responsabilidades. El BNG ha solicitado la convocatoria de la Diputación Permanente para convocar un pleno extraordinario en el que Julio García Comesaña “dé cuenta de las medidas adoptadas delante de la gravísima situación de colapso en la que se encuentra la atención primaria, en especial en el área sanitaria de Vigo”. “Suspender la actividad asistencial supone un grave riesgo para la salud de las personas”, sostiene la diputada nacionalista Montse Prado.

Marea de Vigo -alianza entre Esquerda Unida y los nacionalistas de Anova que cuenta con dos ediles en la corporación municipal viguesa- también arremetió contra lo que considera “un auténtico escándalo”, consecuencia de, a juicio de la concejala Oriana Méndez, “once años de recortes y privatización”.