La Deputación de Pontevedra elimina de un proyecto de igualdad a cuatro expertas que apoyaron en público a Ana Pontón
“Dos días después de las elecciones, la Deputación de Pontevedra anula la charla sobre Virxinia Pereira que iba a dar. Del proyecto Aquí faltan páxinas desaparecemos cuatro ponentes. Todas apoyamos a Ana Pontón. Así son. Creo que Virxinia coincidiría conmigo, este veto es una medalla”. Virxinia es Virxinia Pereira, la mujer de Castelao. La que dejó este mensaje en la red social X (antes twitter), la escritora y periodista Montse Fajardo, una de las voces de referencia en el campo de la memoria histórica en Galicia, especialmente en la provincia pontevedresa.
Sin embargo, esta vez, la actividad afectada no pertenece al ámbito de la memoria, sino al de Igualdade. Aquí faltan páxinas es, según se puede leer en la propia web de la Deputación “una colección de relatos sonoros donde se narran episodios fundamentales de nuestra historia protagonizados por mujeres gallegas extraordinarias que no siempre aparecen en los libros”. En la primera edición, durante un año, cada mes se publicaba un podcast y una ruta virtual sobre cada una de estas mujeres, acompañadas de charlas de presentación. Fajardo se encargó entonces de la dedicada a Ernestina Otero, maestra republicana represaliada por el franquismo. Se celebró en agosto, con el nuevo gobierno y, entonces, se mantuvo como estaba previsto.
En diciembre, según relata, recibió una llamada de la empresa encargada del proyecto, O Cable Inglés, para hablar de una segunda edición. Le encargaron ocuparse de Virxinia Pereira, la esposa de Castelao, de la que Fajardo escribió una biografía (A vida incerta, Edicións do Cumio). También le pidieron “asesoramiento” sobre otras posibles ponentes. Tras ese primer contacto, siguieron manteniendo la comunicación e incluso llegaron a solicitarle fotos para los carteles y la promoción del evento.
Este lunes, el día siguiente de las elecciones autonómicas, le llegó un mensaje de la responsable de la empresa, pero como no podía hablar, quedaron para el día siguiente, martes. Ahí fue cuando recibió la noticia: de todas las ponentes propuestas en el proyecto, la Deputación había rechazado a cuatro, todas ellas con un denominador común: su proximidad o militancia en el nacionalismo.
Las cuatro excluidas fueron Mercedes Queixas, diputada electa, número 2 del BNG por A Coruña; Elsa Quintas, vicepresidenta de A Mesa pola Normalización Lingüística; Chus López Escudeiro, delegada provincial de Cultura durante el bipartito, y ella misma. Su delito: “hice un vídeo pidiendo el voto para Ana Pontón y participé en un acto sobre memoria histórica con el candidato del BNG por Pontevedra”. Tras Fajardo, sus compañeras también se sumaron en redes sociales a la denuncia del “sectarismo” del PP.
La Deputación de Pontevedra niega cualquier tipo de veto y atribuye el cambio en las ponentes a criterios técnicos tomados desde el Servizo de Igualdade. En este caso, a la hora de retomar un proyecto heredado del anterior gobierno, afirman que se tuvo en cuenta “la no repetición de ponentes, la entrada de nuevos perfiles menos visibles y su extensión a municipios del rural”. La respuesta del ente provincial también señala que “en ningún momento” contactaron con las “eventuales participantes”, algo que realizó la Cooperativa O Cable Inglés, “propietaria intelectual del proyecto” y finaliza reiterando su compromiso “firme” con la igualdad y la lucha contra la violencia machista, además de su “voluntad de mantenerlo al margen de confrontaciones partidistas”.
“Hipocresía”
Para Fajardo, ese comportamiento es una muestra de la misma “política hipócrita” que la Deputación está aplicando en el área de Memoria Histórica, donde ella trabajó como técnica durante dos años, de 2021 a 2023. Su contrato finalizó en julio, justo cuando tomaba posesión el nuevo gobierno del PP en sustitución del bipartito PSOE-BNG que, en sus ocho años de gestión, había dado un fuerte impulso a ese ámbito. Desde entonces, según la escritora, en estos siete meses ha realizado un total de “cero actividades”.
Durante el cambio de gobierno fueron muchas las dudas sobre el futuro de un servicio que se temía que los populares desmantelasen. Cuando se publicó en X el organigrama del nuevo ejecutivo, no aparecía como una de las áreas existentes, lo que fue señalado por la periodista Belén López. El vicepresidente segundo, Rafa Domínguez -portavoz del partido en el ayuntamiento de Pontevedra- tuvo que responder en la misma red “confirmando” que sí estaba entre sus responsabilidades.
Desde entonces, la autora recuerda, únicamente, una foto de Domínguez con la familia de Alexandre Bóveda -el político galeguista fusilado en 1936 por el que hoy se conmemora el Día da Galiza Mártir- y otra con la Fundación Castelao. A ambas les prometió “nuevas líneas de colaboración” o “trabajo conjunto”. Hoy, sin embargo, con un único funcionario asignado -ya que no se sustituyó ni a Fajardo ni a la otra técnica que también finalizó contrato-, Memoria Histórica está, dice, totalmente vacía de contenido.
4