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La Xunta deja a una villa sin su principal vía de acceso durante meses para que Endesa amplíe una central

Este jueves día 15 de febrero la Xunta cierra al tráfico el principal acceso al centro de As Pontes (A Coruña) desde la autovía AG-64 Ferrol-Vilalba, un tramo de un kilómetro de la carretera autonómica AC-861 que dejará de ser una vía pública para que sobre los terrenos que ahora ocupa pueda ampliarse la central eléctrica de Endesa que hay a su lado. La empresa pagará de su bolsillo los 3,9 millones de euros necesarios para la construcción de una nueva carretera alternativa, pero la el Gobierno gallego aun no ha iniciado la expropiación de los terrenos necesarios ni aprobado el proyecto constructivo. La propia Xunta calcula que el primer tramo de esa nueva vía alternativa de acceso a un municipio de algo más de 10.000 habitantes no estará en servicio hasta cinco meses después del inicio de unas obras a las que aún no pone fecha.

La central térmica de As Pontes tiene que realizar unas importantes obras de adaptación para cumplir con la normativa comunitaria de emisiones contaminantes y poder así seguir funcionando después de 2020. Endesa y Xunta acordaron que la ampliación precisa para realizar esas obras se realice hacia el espacio que hasta ahora ocupaba la carretera AC-861, que en un tramo de un kilómetro de longitud pasará a ser una vía de servicio de uso exclusivo de la central. A cambio, Endesa sufragará la construcción de una vía alternativa a ese tramo, que hasta ahora era el más directo para conectar el centro de la villa con la autovía AG-64. Pero esa nueva carretera autonómica alternativa aún tardará varios meses en estar disponible, restringiendo así los accesos al pueblo.

A pesar de que las necesidades de adaptación de la central térmica a la normativa europea son conocidas desde hace años, Xunta y Endesa no firmaron hasta el pasado mes de abril el convenio por el que la primera cede su carretera a la segunda a cambio de que ésta construya una nueva vía. En ese convenio las dos partes se comprometían a “coordinar las obras, tanto del nuevo acceso a As Pontes, como de la conversión en vía de servicio del tramo que queda en desuso”. Pero también se admitía de manera implícita la demora con que ya se estaba planificando y se daba prioridad a la obra de Endesa por encima de la movilidad de la ciudadanía: “En cualquiera caso y, dado que las obras que Endesa necesita llevar a cabo en la central no pueden retrasarse, la Agencia Gallega de Infraestructuras agilizará al máximo la autorización para la realización de cortes temporales de ese tramo de la carretera cuando sea necesario para el desarrollo de los trabajos, a petición de Endesa”, dice el convenio.

Y eso es lo que ahora hace la Xunta, que ha emitido una nota de prensa en la que anuncia que el cierre al tráfico de la carretera vieja se realiza este jueves. En la misma nota la Consellería de Infraestructuras admite que el proyecto de la carretera nueva aun está “en fase de supervisión técnica” e incluso que el procedimiento expropiatorio de los terrenos necesarios para su construcción se iniciará “en las próximas semanas” para “posteriormente proceder a la licitación de las obras”. La Xunta indica que, a pesar de que toda la nueva carretera tiene un plazo total de ejecución de 18 meses, el proyecto de la obra “prevé que en los cinco primeros meses se ejecute y adelante la puesta en servicio de un primer tramo” que “permitirá ya una mejora importante en la movilidad de As Pontes”. “Mientras tanto, se señalizarán debidamente los itinerarios alternativos de acceso al núcleo de As Pontes”, añade el Gobierno gallego.