Estrella Galicia augura que las ventas de cerveza superarán los niveles de prepandemia a finales de año
A la corporación Hijos de Rivera S.L., cuarto grupo cervecero de España, la crisis por la pandemia le ha “pegado duro” aunque menos que al conjunto del sector. La marca Estrella Galicia resiste el envite del coronavirus: el grupo con sede en A Coruña vendió el año pasado 341 millones de litros de cerveza, apenas 1,4% menos que antes de que el virus paralizara el planeta. La bajada ha sido más brusca en el ámbito de las aguas, con su marca Cabreiroá entre otras (162 millones de litros, un 18% menos que en 2019). Pero pese a reducir diez puntos su cifra de negocio el año pasado, que cerró con una facturación de 479,1 millones de euros, y caer casi un 30% sus beneficios después de impuestos (52,9 millones de euros), el consejero delegado de la compañía cervecera, Ignacio Rivera, se muestra “optimista” y esperanzado: “Esperamos superar las ventas de 2019 a finales de este año”.
Que “no entrara la cuarta ola” de la pandemia en Galicia es “una buenísima señal”, remarcó el empresario en la presentación este viernes de los resultados de la corporación, celebrada en el Museo Estrella Galicia (Mega). Con la vista puesta en lo que ocurra este verano, con una hostelería a medio gas y una previsión de poco turismo, Rivera ve, no obstante, próxima y posible la recuperación del sector. “Todo huele a que el vaso está medio lleno”, apostilló. Muy crítico con las restricciones y sucesivos confinamientos que golpearon sobre todo a la hostelería y la restauración, su principal fuente de ventas, insiste en que ese sector es “la solución y no el problema” a la pandemia. “No es culpable de nada”, remachó al apostar por mantener, como mínimo, bares y restaurantes abiertos con las actuales restricciones de aforo y horario mientras avanza la campaña de vacunación. “Que nos dejen como estamos, los contagios desaforados volverán si la gente se reúne en sus casas”, alerta el cervecero.
Si antes de la pandemia, el 70% de sus ventas procedían del canal ’horeca’ (hoteles, restaurantes y cafeterías), ahora representa poco menos de la mitad (52%). Aumentó un 44% la venta en la alimentación, aunque el consumo de cervezas siempre es menor “en casa que en un bar, donde una caña entre amigos siempre llama a tomar otra”, y no acaba de compensar los cierres de la hostelería que se sucedieron en este año largo de pandemia. Ignacio Rivera en confía que bares y restaurantes sepan “reinventarse” y aprovechar nuevos nichos de mercados e ingresos, como la venta de comidas a domicilio que se han convertido en un hábito de consumo especialmente en fines de semana y representan “una gran posibilidad” de negocio. “Lo que está claro es que un bar nuevo se montará diferente a como se hacía hace año y medio”, pronosticó. En todo caso, la reapertura generalizada de la hostelería hará que el canal de la alimentación “no pese tanto” como ahora en el volumen de negocio de Estrella Galicia. “Pero algo quedará”, opinó.
Si el grupo cervecero gallego resiste mejor a la crisis del coronavirus que el conjunto del sector es también por su apuesta decidida por preservar su “colectivo” y el carácter familiar “cien por cien” de la compañía. No hay previsión, ni ganas de fusiones o uniones alguna. Estrella Galicia no sólo aguantó sin hacer ningún ERTE, sino que incluso incrementó su plantilla, compuesta por 1.250 personas, un 1,1% más que antes de la pandemia. Nueve de cada diez de sus empleados tienen contrato indefinido. Y la corporación logró también, pese a la reducción importante de beneficios y una caída generalizada y acusada de todas sus líneas de negocio, mantener sus inversiones, con más de 68 millones de euros en 2020. La construcción de la nueva fábrica de Estrella Galicia, en el polígono de Morás (Arteixo), a 15 quilómetros de A Coruña, está ya en marcha y se espera que empiece a funcionar a finales de 2023.
“No podemos parar, lo peor ha pasado”, insistió Rivera. Destacó que, pese a las fuertes caídas de sus negocios de distribución (menos 449%) y de hostelería (menos 286%), la apuesta de Estrella Galicia “por ser la más querida, no la más vendida”, como le gusta a su consejero delegado decir siempre que puede, le llevó a seguir innovando y creando nuevos productos. El año pasado, lanzó al mercado seis nuevas marcas de cerveza, y este añadirá ocho más. “Ser una empresa artesana y familiar nos ayuda a avanzar más en gran medida”, considera Rivera. Cree que es una de las claves que permitió a la compañía gallega resistir mejor el envite del coronavirus que el resto del sector. “Ya teníamos un recorrido con la marca y esta fue una buena época para probar cerveza”, opinó.
Y aunque tuvo que reducir gastos y, sobre todo, patrocinios en el mundo del deporte y de la cultura, Ignacio Rivera reafirmó la apuesta del grupo por seguir invirtiendo en ambos mundos y retomar su presencia en competiciones y festivales. “Lo peor ya pasó”, remachó el empresario.
En su balance del año 2020, Hijos de Rivera destacó su impacto en la economía española, a la que aporta 1.290 millones de euros, un 0,12% del producto interior bruto (PIB). Genera 25.300 empleos directos e indirectos en todo el territorio nacional.
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