“En el pueblo de Acebo/ pueblo de pocos amigos/ donde matan a los hombres/ después de tantos martirios (...) Como ya están enterados/ en ese pueblo de Acebo/ mataron a dieciséis/ y el comandante Moreno (...) El comandante Moreno/ hombre honrado y valiente/ en los montes del Acebo/ ahí le disteis la muerte/ Falanges de Fonsagrada/ no podréis subir al cielo/ porque allí esta de portero/ el comandante Moreno”.
Durante décadas los vecinos y vecinas de las comarcas próximas a A Fonsagrada (Lugo) cantaron el conocido como “Romance del Comandante Moreno”, que relataba las torturas y el asesinato sufridos por Moreno y los restantes integrantes del Batallón Galicia, que él lideraba. Las estrofas de la canción (interpretada en el vídeo por Severiana Murias) y los recuerdos de muchas personas del lugar guiaron en verano de 2007 el equipo de arqueólogos de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), dirigido por Javier Ortiz, hasta dos fosas comunes situadas en el lugar de O Acevo, donde aparecieron los cuerpos de 12 hombres. Se comprobó también, mediante documentos y testigos, que dos más de los milicianos habían sido asesinados en el cementerio de A Fonsagrada.
El próximo sábado 30 de septiembre la ARMH celebrará en A Fonsagrada un homenaje poético-musical para recordar el 80º aniversario de los asesinatos (que tuvieron lugar a finales de octubre de 1937 y comienzos de noviembre) y el décimo de la exhumación de los cuerpos, finalmente enterrados a finales de octubre del año 2009 en el cementerio de la localidad, una vez identificados. Entre ellos estaba el propio Comandante Moreno, José Moreno Torres, y también Luis Rafael Villar Sánchez, Maximino Martínez Fernández, Odilo Masid Masid, Jaime Machicado Llorente, Manuel Bugallo Lois, Manuel Ramos Escariz, Jesús Martínez Castro y Emilio Novás Naya.
Se llevará a cabo un acto en O Acevo por la mañana, con la intervención de poetas y en el que también participarán familiares de los asesinados además de vecinos y vecinas de la zona, con alguna pieza musical. Ya por la tarde se realizará una ofrenda floral en el cementerio donde están enterrados. Y, para finalizar, un nuevo acto poético-musical, esta vez en la propia localidad de A Fonsagrada.
Carmen García Rodeja (ARMH) recuerda la importancia de la exhumación de la que se celebran ahora los diez años, un hito en el proceso de recuperación de la memoria histórica en Galicia: “Para los vecinos fue una emoción enorme, porque era un suceso muy oscuro que siempre habían tenido ahí, que les pesaba. Durante toda su vida habían sabido que allí había una fosa en la que habían sido tirados los cuerpos de unas personas desconocidas”. “Se sabía, eso sí, que uno de ellos era el Comandante Moreno, porque en el tiempo había pervivido un romance transmitido de generación en generación. Una canción que relataba lo sucedido, que era un acto de memoria histórica y de justicia poética”, destaca.
“La gente quedó muy impactada, muy conmocionada por lo sucedido, porque fue algo muy brutal. La gente incluso había observado como torturaban el Comandante Moreno, como lo habían dejado colgado para que la gente lo viese y se asustara”, dice. “Los vecinos de la zona los encontraron allí, cubiertos de sangre, y tuvieron que enterrarlos ellos mismos. Hubo incluso niños que participaron en el enterramiento, personas que aún en el 2007 estaban vivos y que nos pudieron indicar dónde estaba la fosa”, explica. “Por eso fue tan emocionante. Los vecinos y vecinas del lugar colaboraron enormemente con el proceso, incluso conocieron a las familias de los asesinados”, recuerda.
García Rodeja subraya igualmente el impacto social que la exhumación tuvo en toda Galicia y toda España: “El proceso tuvo un gran impacto mediático, porque eran muchos cuerpos y también por la significación del propio Comandante Moreno”. “Era un momento -el 2007- en el que en Galicia había una gran cobertura para estos temas, incluso en la TVG”. dice. “Hubo un momento, durante el Gobierno de Zapatero, en el que tuvimos más apoyo para poder llevar a cabo procesos como este, pero lo cierto es que siempre hemos encontrado dificultades. Incluso en ese momento la juez de Vegadeo nos amenazó con enviar a la Guardia Civil para detener la exhumación”, comenta. “En aquel tiempo teníamos alguna ayuda económica de la administración, mientras que ahora dependemos exclusivamente las aportaciones de los socios y socias y del trabajo voluntario. Pero el hecho de no tener ayudas no impide que sigamos trabajando”, añade.
“Debe haber una reparación para todas las personas que han sufrido tanto, a las que les mataron un familiar, personas que han tenido que vivir toda la vida con esa losa. Necesitan una reparación moral, y además una reparación judicial y económica, pero hay que comenzar por esa reparación moral”, dice. “Si queremos una verdadera sociedad democrática, tenemos que dar respuesta al sufrimiento de estas personas”, concluye.
El Batallón Galicia
Una vez que el ejército franquista se hizo con el control de Galicia, muchos militantes de izquierda salieron hacia la zona aún controlada por los republicanos. En Asturias crearon el Batallón 19, denominado 'Galicia', siendo mayoría en él los afiliados a la CNT y al Partido Comunista. Entre ellos había un grupo de 23 hombres que en enero de 1937 había escapado desde A Coruña en el barco 'La Libertaria', encabezados por el dirigente anarquista José Moreno Torres, que una vez en Asturias alcanzó el grado de comandante.
Tras luchar en los frentes de Oviedo, Vizcaya y Santander, el batallón comenzó a combatir en las montañas de León, donde participaría en sangrientas batallas que terminaron el 20 de octubre de 1937 en el puerto de San Isidro. La caída de Asturias en manos de los fascistas los obligó a huir nuevamente para salvar sus vidas. Un grupo intentó volver a Galicia por la zona de A Fonsagrada, pensando quizás en encontrar un barco en A Coruña que les permitiera escapar a Francia. En el puerto de O Acevo fueron sorprendidos por falangistas locales, con los que tuvieron un enfrentamiento. José Moreno y otros componentes del Batallón consiguieron huir, pero el resto de los milicianos fueron asesinados. Poco después Moreno fue también capturado y después de torturas corrió la misma suerte. Dos milicianos más fueron después fusilados en A Fonsagrada.