Uno de los mejores años de la última década, pero hasta un 400% peor que el año anterior. El fuego quemó en los montes gallegos casi 12.000 hectáreas durante el año 2015, un balance que se enmarca en los años con menor superficie arrasada por las llamas, pero que empeora muy notablemente el de 2014, cuando con 2.002 hectáreas ardidas se alcanzó el mejor registro de la serie histórica, que ofrece datos desde 1976.
A la espera de que la Consellería de Medio Rural desgrane esta información, el Ministerio de Agricultura ya ha cerrado el avance de datos de incendios forestales en el pasado año, que en el conjunto del Estado fue también notablemente peor que el ejercicio anterior, con más de 94.000 hectáreas quemadas en los montes frente a las algo menos de 40.000 del 2014. En el caso gallego ardieron 11.802,16 hectáreas, de las que 7.311,48 se correspondían con superficie rasa -matorral y monte bajo- y las restantes 4.490,66, con superficie de arbolado, que un año antes apenas había ardido -habían resultado afectadas por incendios unas 500 hectáreas con árboles-.
En un año en el que el número de incendios se duplicó holgadamente con respecto al anterior -más de 2.800 episodios en 2015 frente a 1.200 de 2014-, el gráfico sobre estas líneas permite comprobar que las cifras son semejantes a las de 2009 (10.700 hectáreas) o 2010 (casi 15.000), están por encima de 2007 (7.051) o 2008 (6.335) y, obviamente, muy por debajo de 2006, año en el que la peor ola de fuegos en dos décadas arrasó más de 95.000 hectáreas en casi 7.000 incendios forestales por toda Galicia.
Lo peor, en Cualedro
Aunque el Ministerio no ofrece datos municipales -el grado de detalle del informe de la Administración central, suministrada por las autonomías, sólo llega a las provincias-, los partes proporcionados desde la Xunta en cada uno de los incendios -Medio Rural sólo informa de los incendios superiores a 20 hectáreas- ya permiten concluir que gran parte del incremento de hectáreas quemadas y del número de incendios con relación al año anterior se concentró en la provincia de Ourense. Allí un único incendio, el desencadenado en Cualedro en el mes de agosto, ya quemó mayor superficie que toda la que había ardido en Galicia en 2014.
Medio centenar de municipios concentraban ya a inicios de septiembre más de 8.000 hectáreas quemadas y muchos de ellos se situaban en Ourense. No en vano, el balance final de la provincia supera las 7.000 hectáreas. Manzaneda, Viana do Bolo, Carballeda de Valdeorras o el propio ayuntamiento de Ourense sufrieron incendios significativos, algo que también sucedió con especial intensidad en plena montaña de Lugo, en Navia de Suarna, donde a inicios del otoño ya habían ardido más de 400 hectáreas de montes en el entorno de O Courel.