Lucha de firmas y lucha de argumentos. La plataforma Salvemos Cabana acaba de presentar en la Consellería de Economía e Industria y en el Parlamento de Galicia más de 23.000 firmas contra el polémico proyecto minero a cielo abierto de Corcoesto. Son firmas recogidas desde el pasado verano a través de la dirección web www.ouroimpuro.multired.net y coordinadas desde change.org. El colectivo destaca, “ante cualquier tipo de controversia que pueda ser creada desde el ámbito favorable a la empresa”, que los apoyos tienen “plena validez a nivel público”, al gestionarse a través de un sistema informático protegido contra cualquier tipo de fraude.
También Alternativa Galega de Esquerda (AGE) se sitúa frente a la mina de Corcoesto y solicita a la Xunta que retire el documento de inicio del Plan sectorial de actividades extractivas de Galicia, en el que se le da a este proyecto a calificación de “industrial estratégico”. El portavoz de AGE, Xosé Manuel Beiras, pidió también al Gobierno que promueva “un referéndum” sobre la mina entre la ciudadanía, y propuso “ocupar con acampadas” y a través de “relevos”, los terrenos del futuro proyecto minero para paralizarlo. “Es una cuestión de supervivencia, no es una broma”, aseguró en rueda de prensa junto a Yolanda Díaz, y los diputados Antón Sánchez y Consuelo Martínez.
Además, AGE pidió que la gente participe en la manifestación del próximo domingo en Compostela contra las megaminería contaminante, y Beiras alertó de que la Xunta pretende “borrar el país y convertirlo en un agujero”. Antón Sánchez, por su parte, explicó que el plan sectorial califica de proyecto industrial estratégico este proyecto, a pesar de que “de momento, no existe tal declaración”, y por lo menos, “no fue publicada en el DOG”. Por último, Chelo Martínez advirtió de que actualmente existen en Galicia 1.042 derechos mineros abiertos y que afectan el 62% de los ayuntamientos gallegos.
Firmas a favor de la mina
En este mismo día, la plataforma favorable a la mina, Corcoesto Sí, entrega casi 5.500 firmas recogidas “de puño y letra en Galicia y en la comarca de Bergantiños”, aunque Chelo Ferreiro, portavoz de la plataforma, reconoció en la Radio Galega que muchos de los apoyos llegaron de “gente que está entregando currículos de forma desesperada” para trabajar en el proyecto. Hicieron la entrega después de que cerca de veinte personas recorrieran los 50 kilómetros que separan Cabana de Compostela a pié para presentar las firmas y reivindicar la apertura inmediata de la mina y la creación de puestos de trabajo en la zona.
“Estamos a favor de la mina porque estamos desesperados por trabajar; queremos un futuro digno y no emigrar”, insistió Ferreiro en la Radio Galega. “Cualquier trabajo que me den, sea por un año o por diez, es suficiente”, añadió la portavoz de Corcoesto Sí al ser preguntada por las posibles graves consecuencias socioeconómicas que podría traer a la mina para el futuro de la comarca de Bergantiños. “Ninguna empresa te va a asegurar cinco años en un trabajo; que se abra de una vez la mina”, repitió. “Pueden ser diez años de empleo; si luego se marchan, ya buscaremos chollo en otro sitio”, dice.
Además, Chelo Ferreiro considera que “tiene que fiarse” de los estudios llevados a cabo por la Xunta. “Si ellos le dan el visto bueno a la mina es porque es viable”, asegura, tras aclarar que la empresa minera “tiene un proyecto de rehabilitación y los permisos correspondientes”. “Si en otras zonas funcionó, aquí también lo puede hacer”, añadió tras criticar la “división” que hay en la comarca entre las personas favorables a la mina y los opositores. “La división la metió la política”, justifica la portavoz de Corcoesto Sí, que cree que el proyecto minero “es compatible” con la actividad agroganadera de la comarca.
Además, también en la Radio Galega, un asesor de Edgewater, la empresa minera, insistió en que “en un país occidental y moderno” proyectos como el de la mina de Corcoesto “están totalmente controlados y no representan ningún peligro para la población”, aunque reconoció que, “como en toda actividad humana, el riesgo existe, aunque bajisimo”. Así, aclaró que las balsas con residuos tóxicos que quedarán en la zona tras los trabajos “serán de material seco y estarán muy bien selladas”, aunque también asumió que “no se puede decir que las minas no sean un vecino molesto para la ciudadanía”. “Es inevitable el uso de maquinaria pesada y el traslado de materiales”, advirtió.
En defensa del proyecto, la empresa insiste en que “aumentará la actividad económica en la zona” y que tan sólo “entre el 10% y el 15% de los empleos” serán para gente de fuera de la comarca, de la que se incorporarán trabajadores para los trabajos de construcción y también posteriormente para la actividad minera.
En cuanto a las críticas, Edgewater dice que le parecen “mal” aquellas “que son exclusivamente políticas o que niegan cualquier tipo de actividad”, pero sí que acepta las que “provienen de la preocupación normal de la gente”. “Los únicos países emergentes en estos tiempos de crisis son los que tienen mano de obra barata, que no es lo que queremos aquí, o los que explotan sus recursos naturales”, concluyó.
El plan alternativo al proyecto minero de Corcoesto
La alternativa a la mina a cielo abierto de Corcoesto. La plataforma Salvemos Cabana, después de meses de trabajo, acaba de presentar el Plan Comarcal de Desarrollo Sostenible 2013-2017, cuya propuesta definitiva trasladará en las próximas semanas a las diferentes administraciones públicas implicadas en la zona. La iniciativa -en contraposición al polémico proyecto minero- pretende un “doble propósito: la consolidación del sector primario a través de la producción orgánica y un impulso decidido al turismo de calidad como elementos generadores de empleo y bienestar social” en esta comarca.
“Hay alternativas; debemos primar la economía productiva que impulse nuestro principal motor, que es el sector primario, primando productos de calidad, agricultura y ganadería ecológica, que tanta demanda tiene en el norte de Europa, y un turismo sostenible”, aseguró en la Radio Galega Ramón Varela, portavoz de la plataforma, que recuerda que el proyecto minero “puede estropear el gran recurso económico” de la comarca.
La plataforma ha trabajado durante meses en una alternativa a una mina a cielo abierto que cuenta con una fuerte oposición y de la que se advierten numerosos riesgos y que califican como “un proyecto irracional” que “ni puede ni debe hipotecar el futuro de nuestra tierra”. “Se trata de un proyecto insostenible porque la extracción del recurso supone su agotamiento a cambio de unos graves impactos socioeconómicos y ambientales en especial al final de la vida operativa de este”, recuerdan. Por eso, presentarán este detallado plan primero a la Diputación de A Coruña, para luego trasladárselo a los alcaldes de los municipios de la comarca y posteriormente a la Xunta de Galicia.
El colectivo pretende la recuperación y potenciación de itinerarios histórico-culturales, la puesta en valor y recuperación del patrimonio o la gestión y ordenación del paisaje rural, lo que implica “evitar la ocupación y/o transformación de los ecosistemas vulnerables”, así como su conservación y restauración. Además, propone “mejorar la gestión y/u ordenación de los espacios naturales protegidos y de la Red Natura 2000” y optimizar el consumo de los recursos naturales y energéticos.
El plan comarcal sería cuatrienal (de 2013 a 2017) y durante el primer año se basaría en un análisis actualizado de los sectores sociales y económicos, así como en la concreción de las vías de financiación para llevarlo a cabo. Durante el segundo y tercer ejercicio sería el momento del desarrollo de los proyectos, mientras que en el último de ellos se abordaría también la evaluación del trabajo, así como la implantación de las medidas correctoras y compensatorias y la renovación del proyecto. En cuanto al presupuesto y la financiación, está previsto que este plan sea cofinanciado por la Administración General del Estado al 50% de su coste y por la Xunta de Galicia al 50% restante.
La plataforma Salvemos Cabana confía en que, “frente a esta situación de incertidumbre más o menos postergada en el tiempo”, la propuesta pueda ser de utilidad para “frenar la despoblación del sector rural, en especial lo que afecta la población femenina y juvenil, y sirva para mejorar las condiciones de vida de sus habitantes”. Sería a través del “desarrollo socioeconómico de las enormes potencialidades que presenta la zona”, activando el tejido empresarial desde el punto de vista de la sostenibilidad, tanto ambiental como social, y que “redunde en oportunidades de empleo dignas que puedan paliar los altos niveles de paro tanto en la Costa da Morte como en la comarca de Bergantiños”.