Uno de cada cinco gallegos (el 20,2%) tiene ingresos que están por debajo del umbral de la pobreza. Son, en total, 544.000 personas que no tienen una renta que se considere suficiente para cubrir todas las necesidades fundamentales. Entre ellas hay casi 238.000 (un 8,8% del total de la población de Galicia) que se sitúan en el nivel que se considera de pobreza extrema, es decir, con menos de 530 euros mensuales por persona o de 1.112 para un núcleo de dos adultos y dos menores. Los datos los recoge la delegación gallega de la Red Europea contra la Pobreza (EAPN) en su informe, con información recopilada al cierre de 2021, en el que detecta una leve mejora con respecto al año anterior, pero avisa de la vulnerabilidad de los mayores de 65 años y del empeoramiento en el acceso a la vivienda.
De ese más de medio millón de personas en situación de pobreza, él sindicato CCOO calcula que solo un 15% recibe alguna prestación pública de integración. Al terminar 2021 había 7.211 personas recibiendo la Risga (renta de inclusión social de Galicia) y unas 3.032 recibiendo ayudas de inclusión. CC.OO. ha explicado que los últimos datos recogen que en diciembre de 2021 el número de personas perceptoras de la Risga era de 7.211, frente a las 3.032 personas perceptoras de las ayudas de inclusión social, La cuantía media es de 435 euros al mes. Otros 20.259 gallegos estaban cobrando 492 euros del ingreso mínimo vital. En total, unas 30.500 personas reciben estas rentas y el sindicato calcula que se benefician de ellas unas 80.000.
El informe de la EAPN, presentado este lunes, calcula en cinco puntos porcentuales el impacto de las medidas extraordinarias de política social aplicadas para combatir los efectos de la pandemia. De no haber implantado el gobierno central las medidas para los ERTE derivados de esta situación y el ingreso mínimo vital o sin la tarjeta básica de la Xunta -que el presidente gallego, Alfonso Rueda, eliminó el pasado julio-, la organización estima que la tasa de pobreza sería del 25,1% en lugar del 20,2%.
Aunque los datos muestran que ha descendido el número de personas en situación de pobreza en Galicia, que en 2020 rozaban las 600.000, la EAPN detecta varios puntos débiles. Uno de ellos es lo que llama “emergencia de la vivienda”. Las dificultades para el acceso han empeorado: el 24,8% de las personas en pobreza tienen que destinar más del 40% de su renta disponible a gastos de vivienda. En 2020 lo hacían en 22,9% de quienes tenían ingresos escasos. En la actualidad, un 19,5% se gasta la mitad del dinero que tiene en este ámbito. Las cifras “se agravan en las familias con menores”, añade la organización.
El año pasado también se incrementaron los hogares con retrasos en el pago de gastos de vivienda. La tasa subió del 8,5% de 2020 al 9% de 2021 y duplica la de 2017. En el pasado ejercicio, todavía sin el impacto de la subida de los precios de la energía que se ha visto tras el inicio de la guerra en Ucrania, subieron las personas que no podían mantener una temperatura adecuada en su casa: del 9,6% al 13,1% en un año. La presidenta de EAPN, Eloína Injerto, recordó a los gobiernos “la obligación de cumplir compromisos como el de acabar con el chabolismo y la infravivienda” y reclamó que se refuerce el presupuesto del Instituto Galego de Vivenda e Solo, dependiente de la Xunta, para que incremente sus esfuerzos en la materia.
El informe pone el foco también sobre los pensionistas. En Galicia hay algo más de 356.000 personas con pensiones inferiores al mínimo considerado para no ser pobre (681 euros al mes). Son el 46,3% del total de quienes tienen su vía de ingresos en estas prestaciones. Aunque ha habido una reducción con respecto a 2020, Galicia se mantiene como la comunidad autónoma con más porcentaje de pensiones por debajo del umbral de la pobreza. También en el caso de la considerada severa, en el que están el 21,1% de los casos.
Críticas a la retirada del Tarxeta Básica de la Xunta
Dentro de las carencias de los hogares con escasos ingresos, la EAPN destaca que han mejorado los indicadores de quienes tienen dificultad para afrontar gastos imprevistos (pasa del 28,1 al 24,7%) y, especialmente, los de quienes no se pueden permitir una comida de carne o pescado cada dos días (baja del 14,9% al 2,1%). Esto demuestra, según la organización, el “éxito incontestable de medidas como la Tarxeta Básica”, que la Xunta suprimió a mitad de 2022. La presidenta de la EAPN mostró su preocupación por que la crisis de inflación haga que se pierdan los “pequeños avances” en acción social logrados con la pandemia. “La emergencia es ahora y las dificultades para comprar productos de primera necesidad, sobre todo de alimentación, también. Nunca se felicitará lo suficiente a la Xunta pir la implantación de la Tarxeta Básica. ¿Por que frenar?”, cuestionó. Pidió al Gobierno gallego que la vuelta a poner en marcha porque “funciona”.
También ha destacaso que “se agrava la feminización de la pobreza”. De las 678.000 personas que en 2021 estaban en riesgo de pobreza o exlcusión social, 367.000 eran mujeres, más de la mitad y más que el año anterior, mientras que el número de hombres descendió. En especial, se ven afectadas las familias monoparentales con una mujer al frente y las personas mayores solas.