El mismo día que el Papa Benedicto XVI ha pedido disculpas por los abusos sexuales en la Iglesia, la oposición parlamentaria al PP se fajaba en el Parlamento de Galicia para reconvenir al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que la semana pasada le quitó valor a lo sucedido. Según el barón gallego del PP los delitos sexuales cometidos en el seno de instituciones religiosas son los mismos que se producen en otros ámbitos. Feijóo dijo el pasado jueves, tras la reunión de su Gobierno, que investigar lo que pasó entre sotanas y no mirar otras cosas es tomar una parte del todo. Este martes, Bloque Nacionalista Galego y Partido Socialista le han exigido una rectificación y han anunciado una batería de propuestas parlamentarias para que la formación conservadora aclare su posición.
La consigna dictada por la dirección de la formación política conservadora es tan rotunda que afecta a todos los miembros del ejecutivo gallego. A los conselleiros les cuesta responder a las preguntas sobre los últimos casos de abusos conocidos, como el que afecta al Colegio La Salle de Santiago de Compostela. Al titular de la cartera de Educación, Román Rodríguez, le han preguntado este martes por el asunto y apenas ha podido armar frases como la siguiente: “Todos tenemos que velar por una sociedad justa sin abusos y que quien tenga que hacer su trabajo que lo haga”. Minutos después, desde Roma llegaban las palabras, mucho más contundentes, en boca del papa Benedicto XVI: “No puedo más que expresar a todas las víctimas de abusos sexuales mi profunda vergüenza, mi profundo dolor y mi sincera petición de perdón”.
El diputado socialista, Luis Álvarez, aseguró este martes que por detrás de la Iglesia solo está el Partido Popular: “Creo que hasta la propia Iglesia está tomando cartas en el asunto y no creo que compartan lo que está diciendo el Partido Popular”, ha asegurado.
Desde el BNG, el diputado Luis Bará ha exigido a Feijóo que pida perdón: “Lo primero que pedimos es que haya un disculpa pública por parte del presidente de la Xunta por unas declaraciones que consideramos que son muy desafortunadas porque minimizan las dimensiones que tienen los abusos en la Iglesia y esos miles de personas que han estado afectadas”.
Como reacción a la ofensiva de la oposición, la formación conservadora se ha mostrado dispuesta a firmar una declaración institucional de repulsa por esos delitos sexuales instalados en el seno de las instituciones católicas. Por el momento no hay borrador de ningún texto sobre el que acordar la citada declaración.