En los últimos días la Asociación de Viudas de Lugo y su presidenta, Aurora Carro, han ganado una notoriedad insospechada a raíz de la denuncia presentada contra el concejal de Culturas de A Coruña por el cartel del Carnaval en el que se representaba a una persona disfrazada de Papa. Las asociaciones de viudas existen desde hace más de medio siglo. Adquirieron una gran importancia social durante la dictadura, hasta el punto de que en 1969 se creó la Confederación de Asociaciones de Viudas Hispania, que unificaba a todas las entidades y federaciones existentes. Aunque su dimensión pública es menor en las últimas décadas, mantienen una organización muy estable, jugando a ser un grupo de presión, con demandas ligadas a la mejora de las pensiones, pero también con una agenda muy próxima a la Iglesia católica y a las ideologías conservadoras.
En el caso concreto de Galicia, Aurora Carro fue una de las fundadoras, hace más de cuatro décadas, de la Federación Gallega de Viudas, que todos los años celebra un Congreso Regional, que en los últimos tiempos cuenta siempre con la presencia de los consejeros y consejeras del área de Política Social del Gobierno gallego y, en ocasiones, del propio presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Aurora Carro fue durante más de 30 años, además, presidenta de la Asociación Provincial de Estancos, un cargo que abandonó en el año 2008.
“Respetaría las figuras de monjas, sacerdotes, guardias civiles, policías...”
Aurora Carro participó el pasado 19 de febrero en el debate dominical de Radio Coruña-Cadena Ser, compartiendo mesa -entre otros- con el concejal de Culturas, José Manuel Sande, al que había denunciado pocos días antes. En el encuentro, Carro reiteró su petición de que el Ayuntamiento retirara el cartel: “Si a una parte de la ciudadanía nos molesta y nos parece una irreverencia coger la figura del Papa para un cartel del Carnaval, es motivo para retirarlo y para pedir disculpas”. Además, calificó de “falto de imaginación” al dibujante “porque mira que hay disfraces para no tener que molestar a ninguna fuerza religiosa ni civil”. “Yo respetaría a las figuras de monjas, sacerdotes, el Papa, guardias civiles, policías... gente que está prestando un servicio a toda la ciudadanía”, dijo.
Asimismo, la presidenta de las viudas lucenses incurrió en la ya habitual demanda de que el humor trate también sobre el Islam: “A mí me hace gracia que estos artistas, entre comillas, no se atrevan a dibujar a Mahoma, como los famosos estos de París. ¿Qué miedo tienen? Atacan siempre a la religión cristiana, nos atacan siempre a nosotros”. Carro añadió que “en la Iglesia católica tenemos un defecto: que callamos y ponemos la otra mejilla como nos enseñó Jesús”. “Ya está bien de callar y criticar desde la butaca, que es algo que hacemos siempre la Iglesia y los de derechas. Eso lo hacemos mucho, pero después no somos capaces de hacer lo que hace la izquierda, que salís enseguida a la calle”, añadió. Eso sí, Carro concluía que “yo perdono, porque nuestra religión es perdón y amor. Y tampoco condeno, para condenar están los jueces y arriba, Dios”.
Otro juzgado coruñés rechazó tener en cuenta una denuncia parecida
El concejal de Culturas tendrá que acudir el próximo 17 de abril al Juzgado de Instrucción número 3 de A Coruña, después de que este tomara en consideración la denuncia presentada por Aurora Carro por una posible ofensa a las creencias religiosas. Sin embargo, este domingo se ha conocido que otro juzgado de la ciudad (el número 8) optó por archivar una denuncia semejante presentada también contra el Gobierno municipal por el ya famoso cartel del Carnaval. El juez consideró en este caso que incluso aunque la imagen pudiera ser considerada “irreverente” por algunas personas, esto no constituiría un delito.