Carmen, Fran y Camila decidieron contar a los transeúntes de Santiago de Compostela que habían finalizado el Camino de Santiago. Y para ello no encontraron otro medio mejor que pintarlo en el empredrado de la Praza do Obradoiro, enfrente de la fachada barroca de la catedral. “Aquí terminamos el Camino de Santiago y empezamos el nuestro”, escribieron. Su acción ha levantado polémica en una ciudad que debate agitadamente sobre las vías para gestionar su desborde turístico.
La pintada está firmada el pasado 19 de julio. El Ayuntamiento, cuya sede se encuentra en el mismo lugar, ya ha borrado la agresión, destapada por la cuenta de Instagram Compostela Resiste, que documenta los desmanes de algunos viajeros. No es la primera vez que suceden hechos similares en el lugar.