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Feijóo insiste en que gobierne la fuerza más votada mientras el PP intenta lograr varios gobiernos sin serlo

“Ser del PP y ganar no vale, ser del PSOE y perder sí”. Con esa frase, al tiempo que destacaba las victorias electorales de sus candidatos en A Coruña y Ferrol, que no les permitirán gobernar por sumar menos apoyos que los candidatos socialistas, Feijóo ha vuelto a apelar este miércoles en el Parlamento de Galicia a que gobierne la lista más votada. Lo hace mientras en otras comunidades y ayuntamientos, como Madrid, Aragón o Murcia, el PP intenta hacerse con los gobiernos pese a no ganar las elecciones. En clave estatal, el presidente gallego también ha recordado que “el PP gallego fue el que menos bajó de todo el PP en España”, y él mismo se ha presentado con más tirón electoral que su partido.

“No subestime a los gallegos, que saben qué votan, a quién votan y de qué se trata en cada elección”, respondió Feijóo en la Cámara gallega cuando el PSdeG intentó sacar pecho de los resultados electorales del domingo. “Deje que los gallegos elijan en 2020 al presidente de la Xunta”, añadió, haciendo ver que su propia figura tiene más tirón electoral que la marca de su partido en otro tipo de comicios como los recientes.

El portavoz socialista, Xoaquín Fernández Leiceaga, aseguró en su intervención, que “el mensaje en Galicia es de cambio” e hizo responsable al propio Feijóo del fracaso de los cinco exconselleiros que puso como candidatos en cinco ciudades, cuatro de los cuales empeoraron sus resultados y el quinto, José Manuel Rey Varela en Ferrol, no tendrá posibilidad de gobernar a pesar de quedarse a un edil de la mayoría absoluta por no tener con quien pactar. “¿Reconoce ese fracaso como suyo, pese a su implicación en la campaña, o lo va a imputar a costa de otros?”, le preguntó el socialista.

La respuesta de Feijóo fue a elogiar públicamente las victorias electorales tanto de Rey Varela como de su candidata en A Coruña, Beatriz Mato, que también ganó los comicios a pesar de empeorar los resultados del PP respecto a 2015. “Ser del PP y ganar no vale, ser del PSOE y perder sí”, dijo el presidente, insistiendo en su permanente apelación a que gobierne la lista más votada frente a los que viene definiendo como “pactos de perdedores”.

Feijóo también destacó este miércoles que “el PP gallego fue el que menos bajó de todo el PP en España”. Lo dijo al tiempo que aleccionaba a la oposición diciéndoles que “a los gallegos les gusta más la humildad que la soberbia y por eso nosotros somos humildes aún cuando ganamos”.

Tanto el portavoz socialista como la del BNG, Ana Pontón, que hicieron derivar sus preguntas sobre colaboración con los ayuntamientos y vivienda hacia los resultados electorales, aseguraron que a Feijóo le queda “un año” al frente de la Xunta, en referencia a la fecha máxima de finalización de la legislatura gallega en septiembre del próximo año, si el presidente no decide adelantar los comicios. Esa posibilidad, en pleno ascenso de la ola de voto al PSOE también en Galicia, donde los socialistas fueron la fuerza más vota por primera vez en las generales de hace un mes y por segunda ocasión en las europeas del pasado domingo, fue enfriada este miércoles por Feijóo. Al tiempo que insistía en diferenciar cada convocatoria electoral, recordando que los socialistas tuvieron un discurso similar de triunfo tras las municipales de 2015 pero un año más tarde él volvió a ampliar su mayoría absoluta en las autonómicas, Feijóo insistió en todo momento en hablar de las autonómicas en el próximo año.

En las dos ocasiones anteriores en que Feijóo convocó elecciones, en 2012 y 2016, las hizo coincidir con la fecha previamente decida por el Lehendakari para las autonómicas vascas. Pero así como en ocasiones anteriores en cuanto la posibilidad de un adelanto comenzó a barajarse en la política vasca el PP gallego hizo ver que lo mismo podía pasar en Galicia, presentando la coincidencia de fechas incluso como un ahorro de dinero público, en esta ocasión nada de eso está pasando. En Euskadi el PNV ya venía insinuando la posibilidad de un adelanto electoral ante las dificultades para controlar el Parlamento vasco incluso antes de ver reforzada su posición en los dos últimos comicios, tras los que la posibilidad vuelve a estar sobre la mesa. En Galicia, con Feijóo enfriando este miércoles ese debate, la fecha de las próximas elecciones sigue estando sólo en sus manos.

En la sesión de este miércoles en el Parlamento gallego Feijóo también fue interpelado por el portavoz de En Marea, Luís Villares, que al contrario que Leiceaga y Pontón evitó relacionar su pregunta sobre la inestabilidad del personal de la sanidad pública con los resultados electorales, muy negativos para su formación. Sin embargo, Villares optó por comenzar su intervención preguntando a Feijóo “quién manda en el PP”. La respuesta del presidente fue repreguntarle a Villares si él mismo manda en su grupo parlamentario, con más críticos que afines a su portavoz tras la ruptura de En Marea con Podemos, IU y las mareas municipales y que este miércoles presentaba numerosos escaños vacíos.