Feijóo pide un criterio general del Gobierno central para avalar o rechazar las manifestaciones del 8M
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha cargado contra el Gobierno central por lo que considera “bandazos” sobre si deben permitirse o no las manifestaciones del 8M y ha pedido un criterio general. Tras conocer la decisión de la Delegación del Gobierno en Madrid de prohibir los actos convocados, ha reclamado al Ejecutivo estatal que “concrete de una vez cuál es su decisión”: “Nos gustaría si puede aclararse internamente y aclarar a los demás si las manifestaciones del 8M están prohibidas en toda España”.
Quedan, ha destacado, pocos días para la jornada de reivindicación feminista. Feijóo ha evitado pronunciarse claramente en uno u otro sentido: “Tenemos muy claro que, desde el punto de vista sanitario, en un estado de alarma, con toque de queda y limitaciones de hostelería y otros servicios, facilitar este tipo de manifestaciones es una decisión de alcance”. Se ha limitado a señalar que, si hay concentraciones y marchas, deben cumplir “estrictamente” las normas sanitarias.
Sí ha aprovechado la ocasión para volver a criticar, un año después, la celebración de movilizaciones por el 8M de 2020, que ha considerado “uno de los grandes errores que cometió el Gobierno” por no impedirlas, cuando la pandemia estaba extendida ya “por diferentes lugares de Europa”. “Si el Gobierno aprendió de una autorización negligente, esto hay que recibirlo de forma positiva”, ha asegurado.
Las convocatorias de concentraciones y manifestaciones deben ser comunicadas a las delegaciones del Gobierno. En el caso de las movilizaciones para el 8M en Galicia, han sido notificados 85 actos, de los que se ha informado a la Dirección Xeral de Saúde Pública. En ninguno de estos casos la Xunta se ha pronunciado en contra de que se celebren debido a la situación sanitaria.
En la rueda de prensa posterior al Consello, Feijóo ha evitado también aclarar a qué se refería cuando, en un acto este miércoles, sugirió que hay un feminismo que se sitúa fuera de la democracia. En la presentación de un libro sobre Emilia Pardo Bazán recurrió a la figura de la escritora para reivindicar “ese feminismo democrático de todos los días, no solo del 8 de marzo”. El feminismo es “encuentro, no trinchera”, agregó y rechazó que se use como “arma de confrontación política”. Preguntado este jueves sobre si cree que hay un feminismo no democrático, el presidente gallego replicó únicamente que mantiene las palabras ya pronunciadas al respecto.
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