La oposición se une para reclamar comparecencias semanales de Feijóo en el Parlamento

Los grupos de la oposición reclaman la presencia del presidente de la Xunta en el Parlamento gallego una vez por semana. Las formaciones han dado forma a una propuesta conjunta para el funcionamiento de la Cámara con el objetivo de reducir la ausencia de control parlamentario al Gobierno que la oposición viene lamentando desde el inicio de la crisis sanitaria.

El Parlamento funciona desde la convocatoria de las fallidas elecciones del 5 de abril con una Diputación Permanente, con representación de todos los grupos pero que tiene sus competencias limitadas. En las seis semanas que han pasado desde el inicio del estado de alarma, el presidente de la Xunta se ha sometido al control de los partidos de la oposición en una ocasión, en la que criticó con dureza al Gobierno central por no cerrar Madrid al inicio de la crisis. La inédita situación que deja la pandemia es la de un Gobierno con todas sus funciones pero un Parlamento mermado en sus capacidades para fiscalizar e influir en la acción de la Xunta.

Ahora, los grupos parlamentarios, excepto el PP, piden que se adapte el funcionamiento de la Cámara a la situación de excepcionalidad que se vive en todo el país. PSOE, Galicia en Común-Anova Mareas, BNG y el Grupo Mixto reclaman que Alberto Núñez Feijóo comparezca en cada reunión de la Diputación Permanente, que se celebraría una vez por semana. Además, piden que esa cita se presente también un conselleiro o conselleira del Gobierno que se decidirá por acuerdo de los grupos y que cada formación pueda presentar una proposición no de ley cada semana.

Este funcionamiento se mantendría hasta el final del estado de alarma, momento en el que comenzarían a aplicarse unas nuevas reglas hasta la celebración de las elecciones que se suspendieron por la pandemia, indican los grupos en un comunicado conjunto. En esta fase, se mantendría la reunión semanal con la presencia de Alberto Núñez Feijóo que comparecería una semana y, la siguiente, se sometería a las preguntas de los grupos. Además, cada sesión tendría tres interpelaciones y nueve preguntas de control al Gobierno a repartir entre los grupos.