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La mecha de la indignación prende en Galicia tras el sobreseimiento de una denuncia por difundir en webs porno vídeos de mujeres orinando en la calle

Beatriz Muñoz

5 de abril de 2021 14:09 h

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Los vídeos están tomados desde varios ángulos con cámaras ocultas. Son nítidos. Tanto que incluso en los que están grabados de noche se distinguen con detalle los cuerpos y las caras de las mujeres que aparecen en ellos orinando en la calle durante las concurridas fiestas de A Maruxaina de 2019, en la localidad de San Cibrao, en el municipio de lucense de Cervo. Hasta ahora han sido localizadas más de un centenar, varias de ellas menores de edad, y una treintena han presentado denuncias que se suman a la registrada por la Asociación de Mulleres en Igualdade de Burela. El juzgado de Instrucción número 1 de Viveiro decretó el sobreseimiento provisional del caso y eso ha prendido la mecha de la indignación. Varias de estas mujeres han superado la vergüenza que estos vídeos les hacen sentir y han llevado su protesta no solo ante la Justicia, sino también a la calle. Una marcha multitudinaria reclamó este domingo en San Cibrao que los hechos no queden impunes.

Aunque las imágenes son de agosto de 2019, las afectadas no se enteraron de lo que estaba pasando hasta casi un año después. Una de ellas, Paloma Maseda, actúa como portavoz. Explica que ella lo supo cuando una amiga con la que había estado en la fiesta le contó que circulaba un vídeo suyo. Maseda pensó de inmediato que ella y, tal vez, muchas otras también aparecerían. Y no se equivocó.

Mary Fraga, presidenta de la Asociación de Mulleres en Igualdade de Burela, relata que algunas de estas mujeres pidieron ayuda a la agrupación después de reconocerse en vídeos colgados en sitios web de pornografía. Dieron con ellos porque el novio de una de ellas vio un contenido publicitario con la palabra Maruxaina que le llamó la atención. Al clicar, reconoció la falda típica que se lleva en la celebración y, al reproducir las imágenes, a varias de las mujeres retratadas. Al tirar del hilo, este condujo a decenas de webs de pago con contenidos pornográficos, en donde siguen las grabaciones.

A Maruxaina es una fiesta que reúne a multitudes por las calles de la pequeña localidad de San Cibrao. La cantidad de baños “es insuficiente”, destaca Mary Fraga, en una celebración en la que locales y vías públicas se llenan. Muchos de los presentes optaron aquel día por ir a hacer sus necesidades a un callejón apartado y fueron grabados sin saberlo. “Nada es casualidad, fue un acto premeditado”, afirma Fraga, que razona que hay que conocer cómo transcurren estas fiestas para saber que a ese lugar acude la gente a orinar y hay que prepararlo para que en el encuadre se vean la zona genital y también la cara.

Los vídeos están grabados desde entre tres y cinco ángulos distintos y hay una cámara con sensor de movimiento. Las partes en las que quien acude a orinar es un hombre están cortadas. “Es una degradación de la mujer en toda regla”, protesta Fraga, que resalta que el hecho de que las páginas sean de pago indica que hay un lucro y se está “comerciando con el cuerpo de las mujeres grabadas sin permiso”. Es esta última parte, que implica un beneficio económico, la que cree que el juez no ha valorado en toda su dimensión. Sin una orden de la Justicia no pueden exigir que esos vídeos se eliminen. Maseda, por su parte, explica que algunas páginas los han retirado. Algunas afectadas se pusieron en contacto con otros sitios web que siguen difundiendo estos contenidos, pero no han recibido respuesta.

En el auto, fechado el 15 de marzo, se considera que no hay ilícito penal y que no está “suficientemente acreditado” que haya un delito. Las imágenes son de mujeres orinando en la calle, “es decir, en un lugar público en el que podían ser vistas por cualquier persona que por allí transitase”. Esto hace, según el juez, que no constituyan “ningún ataque ni vulneración de la intimidad en el sentido recogido en el artículo 197 del Código Penal -sobre descubrimiento y revelación de secretos-”. Argumenta que la jurisprudencia establece que, para incluirlas en este apartado, las imágenes deben tomarse en sitios “cerrados al conocimiento externo”, como viviendas o despachos, y usando “artificios para filmar lo que acontece en un lugar cerrado desde el exterior”. Añade que la captación de imágenes en lugares públicos podría obtener protección en la Ley Orgánica de Protección Civil del Honor, la Intimidad y la Propia Imagen. Las afectadas han recurrido ya esta decisión.

Fraga replica que confía en que el juez “reconsidere” su postura porque sería “un grave precedente” y haría que las mujeres se sintiesen “condicionadas”. “Vamos a tener que ir mirando a nuestras espaldas por si nos están grabando”. El documento judicial cita otro caso en el que una pareja fue grabada realizando actividades sexuales en un cajero. “No es lo mismo. Todos sabemos que en los cajeros hay cámaras. Esto no fue en una vía pública de tránsito continuo, sino en un callejón, en una zona no visible. Hay que pedir permiso para aparcar allí y solo había dos coches”, relata. La posición de estos vehículos encaja con los ángulos desde los que están hechos los vídeos.

Las cosas no se quedan aquí ni se ciñen solo al contexto de esta fiesta en 2019: en su investigación, la asociación que preside Fraga ha encontrado otros vídeos similares de otras celebraciones en España. En algunos casos han localizado ya a algunas de las mujeres que aparecen en las imágenes.

Centenares de personas respaldaron el domingo la protesta para pedir que los hechos no queden impunes. Este apoyo, dice Maseda, les da “fuerza” y las anima a continuar con la batalla. Destaca que no lo hacen solo por ellas mismas, sino porque ven evidente que lo que a ellas le ha pasado no es un caso aislado: “Se lo he dicho a las demás, que tuvimos suerte de encontrar los vídeos”.

Entre los asistentes a la manifestación estuvo el alcalde de Cervo, Alfonso Villares (PP), quien ha apostado por modificar la denuncia y “encauzarla de otra forma”. A su juicio, no se trata de que el juez recapacite, sino de “ir por otro camino” para localizar a los responsables y pedirles cuentas por el lucro que han obtenido. “Ahí es donde vemos el delito, en el hecho de que esas imágenes se pudieran estar viendo en páginas de pago. Hay que incidir en eso, no en el hecho que propició este acto”, ha argumentado, según recoge Europa Press.

La Valedora do Pobo ha iniciado una queja de oficio por estos vídeos y ha reclamado información al Ayuntamiento sobre la organización de A Maruxaina y los baños disponibles durante las celebraciones. Este apoyo por “muchas vías” que está recibiendo la causa hace a Mary Fraga tener “esperanzas” de que haya una rectificación en el ámbito judicial. “Llegaremos a donde haya que llegar para que no se deje impune”, avisa. También han reunido firmas para plantear el caso en el Parlamento de Galicia.