El PP gallego concurre a las elecciones municipales convocadas en mayo arrastrando un debilitamiento en los resultados locales que en los comicios anteriores, los de 2019, cristalizó en que no tiene la alcaldía de ninguna de las siete principales ciudades, retiene solo una de las cuatro diputaciones provinciales y, de entre los 20 municipios con más población, gobierna solo en tres (Arteixo, Ribeira y Marín). Su estrategia de rearme para remontar en las urnas dentro de menos de cuatro meses incluye volver a presentar como candidatos a varios exalcaldes. Hace casi tres décadas que Manuel Cabezas tomó el bastón de mando en Ourense, pero este año vuelve a encabezar la lista de la formación conservadora en la tercera ciudad más poblada de Galicia, tras años apartado de la política. En la provincia de Pontevedra, en la que el actual líder del PPdeG, Alfonso Rueda, era el máximo responsable del partido hasta hace unos meses, regresan dos figuras después de su paso por la Xunta: Jesús Vázquez Almuiña se presenta de nuevo en Baiona y Nava Castro aspira a la Alcaldía en Ponteareas, un cargo que ya ocupó, aunque con otras siglas por la separación entre su padre, condenado por la Justicia, y el PP.
Las municipales son la primera prueba electoral para Rueda al frente del partido en la comunidad, antes de las generales previstas para finales de año y las autonómicas, que tocan en 2024. Consciente del punto débil en la Galicia urbana, el PP cerró hace ya meses los nombres para las ciudades y organizó un acto de tono electoral el pasado mes de octubre para darlos a conocer, puesto que solo dos son los mismos que lideraron la lista en su ciudad en 2019, los de Pontevedra, Rafa Domínguez, y Ferrol, José Manuel Rey Varela. Este último ya ocupó la Alcaldía ferrolana entre 2011 y 2015, cuando pasó a la oposición con el ascenso de Ferrol en Común, una de las formaciones conocidas como mareas. Todo este tiempo Rey Varela se ha mantenido como candidato. En el resto de la Galicia urbana, el PP presenta a cuatro aspirantes que concurren por primera vez en sus ciudades -los de Vigo, A Coruña, Santiago y Lugo-. El de Ourense vuelve 16 años después de haber dejado la Alcaldía.
En esta última ciudad Cabezas no es el único viejo conocido de la política local que vuelve a la primera línea. El PSOE también ha decidido presentar a un exalcalde, Francisco Rodríguez, que gobernó entre 2007 y 2012 y se apartó de la vida pública al ser imputado en la 'Operación Pokémon', en una causa que terminó archivada. El escenario en Ourense es el más enrevesado del panorama urbano gallego: es la única ciudad en la que el PP formó parte del gobierno, para lo que llegó a un acuerdo con la formación de derechas Democracia Ourensana que impidió, con el beneplácito de Alberto Núñez Feijóo, que gobernase la lista más votada, la del PSOE. Los sobresaltos en ese pacto llevaron a que los populares acabasen saliendo -dos veces- del gobierno local. La tarea encomendada al candidato popular es precisamente remontar y dejar atrás el turbulento periodo iniciado en 2019. Cabezas, que terminó su etapa como alcalde en 2007 con desavenencias con el entonces presidente de la diputación, José Luis Baltar -hoy es su hijo el que está al frente del ente provincial-, ha sido recuperado por el PP de Rueda, una vez que ha sido absuelto de los delitos de prevaricación y malversación por operaciones urbanísticas aprobadas durante su mandato.
Hasta que sucedió a Feijóo al frente del PP gallego, Rueda era el responsable del partido en la provincia de Pontevedra. Ahí, donde las dos mayores ciudades se han mantenido desde hace años fuera del alcance del PP -en Vigo, Abel Caballero está en el poder desde 2007 y ha ensanchado su ventaja, mientras que en Pontevedra Miguel Anxo Fernández Lores (BNG) gobierna en solitario o aliado con el PSOE desde 1999-, el actual líder de los populares ha recuperado a dos antiguos alcaldes para tratar de recobrar dos municipios de tamaño mediano: Ponteareas y Baiona.
En el caso de Ponteareas, Rueda prescinde de la que ha sido desde 2013 la responsable de las políticas de turismo. Nava Castro ya fue alcaldesa en la que es su localidad natal, aunque no amparada por las siglas del PP. Entre el año 2000 y 2003 tomó el relevo de su padre, José Castro, al frente del Ayuntamiento puesto que él, alcalde ya en el franquismo, había sido condenado por falsedad en documento público. Entonces José Castro gobernaba en minoría con la organización que fundó tras ser expulsado del PP, Unión Condado-Paradanta.
Nava Castro vuelve a la política local para intentar alcanzar el bastón de mando, ahora sí, bajo las siglas del PP. Ponteareas, que tiene unos 23.000 habitantes, está gobernada en la actualidad por el BNG con Cristina Fernández Davila. En la presentación de Castro como candidata de los populares, Rueda apuntó uno de los objetivos electorales para mayo, intentar volver a gobernar la Diputación, a la que no han llegado desde 2015.
De vuelta a Baiona tras una pandemia en Sanidade
En la estrategia para avanzar en la provincia recuperan también a un exalcalde en Baiona. Jesús Vázquez Almuiña, que dejó ese puesto en 2015 para convertirse en conselleiro de Sanidade en la Xunta de Alberto Núñez Feijóo será otra vez el cabeza de cartel. Se mantuvo en el cargo de conselleiro hasta la remodelación de su equipo que Feijóo acometió tras las elecciones de 2020, las de su cuarta mayoría. Entonces dejó el Gobierno, junto con la responsable de Educación, por el desgaste de su gestión de la crisis de la COVID-19 y fue recolocado como presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo. Solo dos años más tarde regresa a su villa natal, cuyo gobierno dirigió entre 2004 y 2015. Llegó a la Alcaldía tras una moción de censura que desalojó en 2004 al hasta entonces alcalde, Luis Carlos de la Peña (PSOE) con el apoyo de Independientes de Baiona y Coalición Miñorana. Repitió en el cargo tras las elecciones de 2007, 2011 y 2015.
El Ayuntamiento está gobernado en la actualidad por Carlos Gómez (PSOE), al que un juez de Vigo ha decidido procesar por haberse retirado cinco multas que le habían puesto por aparcar en una zona de carga y descarga. Rueda recurre ahora al exalcalde, del que ha dicho que confía en que sea “la excepción a la regla de que segundas partes nunca fueron buenas”.
También en Redondela, municipio vecino de Vigo, y en Boqueixón (A Coruña) las listas a las municipales las lideran políticos que ya tuvieron el bastón de mando. En la primera repite Javier Bas, que había dejado la política municipal tras perder la Alcaldía para el PP en 2019, tras dos mandatos como regidor. En el municipio coruñés vuelve a presentarse Ovidio Rodeiro, que ya fue alcalde y dejó el cargo en 2016 para convertirse en el delegado territorial de la Xunta en la provincia de A Coruña. Su sustituto, Manuel Fernández Munín, que continuaba en el cargo tras las elecciones de 2019, ha alegado motivos “personales y profesionales” para retirarse de la batalla política.
El candidato que vuelve al PSOE en Monterroso
Fuera del PP, en el PSOE se ha confirmado otro caso de un exalcalde que regresa como candidato del partido, además del de Francisco Rodríguez en Ourense. Antonio Gato, histórico diputado en la Cámara autonómica, fue alcalde entre 1999 y 2015 en Monterroso (Lugo) con la formación socialista, que terminó abandonando en 2018. A las elecciones de 2019 se presentó con Independientes por Monterroso y logró ser alcalde con unos resultados ajustadísimos -solo un voto más que el PSOE-. El mandato fue turbulento: solo unos meses después de volver a ser regidor destituyó a sus tres tenientes de alcalde, de su mismo partido, y acabó expulsado él mismo de su grupo municipal tras pactar con los socialistas. Ese acuerdo solo duró unos meses más y Gato acabó renunciando en julio de 2020, cuando tenía el único apoyo del concejal de Compromiso por Galicia. Ahora ha regresado al PSOE y, con 78 años, volverá a ser candidato.