El PSOE de Santiago abre un juicio orgánico a todos sus concejales por votar límites a las viviendas turísticas

Gonzalo Cortizo

25 de junio de 2024 00:00 h

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El secretario general del PSOE de Santiago, Aitor Bouza, quiere expedientar a los seis concejales de su partido que este lunes han votado a favor de una iniciativa del BNG y Compostela Aberta que pedía en Santiago limitar la proliferación de viviendas turísticas. Bouza, apoyado en su número dos, una concejala del ayuntamiento ourensano de Coles que se llama Laura Requejo, ha decidido ir a por todas en una pelea en la que los “díscolos” defienden lo que defiende el PSOE y los “oficialistas” locales están en las tesis del Partido Popular. Un lío monumental que, en realidad, esconde una pelea de esas que el PSOE acostumbra a regalar y que se resume en esta pieza que publicamos el lunes.

Aitor Bouza llegó a la dirección del PSOE de Santiago a finales de 2023. Su partido acababa de darse un revolcón electoral y el candidato a la reelección, Xosé Sánchez Bugallo, reaccionó a la derrota anunciando que había decidido dejar lo local y que los resultados le habían hecho ver que lo mejor sería aceptar un puesto de senador y poner pies en polvorosa. Se nombró una gestora y luego hubo un congreso, en el que solo se presentó la candidatura de Bouza. Ganó Bouza.

Pero no fue hasta el pasado viernes cuando este joven político de Ferrol decidió medir su poder al frente del socialismo compostelano y se presentó en la puerta del ayuntamiento para decir que venía a dar una orden: sus concejales dejarían caer la iniciativa del BNG, votando abstención. Luego hizo circular un argumentario que concluía que él era el hombre al mando y que quien osara discutirle estaba fuera del partido. Le discutieron y, ahora, Bouza reacciona: expediente contra todos sus concejales. Desarrollo, incierto.

Los argumentos de la ejecutiva local que dirige Aitor Bouza razonan que los concejales socialistas en Santiago no atendieron al toque de trompeta de este y que, por eso, deben ser expedientados. Pero el dirigente socialista no se ha atrevido a dar el paso definitivo y ha decidido derivar la decisión final a la ejecutiva de la provincia, que lidera su mentor, y alcalde de Pontedeume, Bernardo Fernández. Mientras, medio PSOE en Galicia clama contra la escandalera que Bouza y los suyos han montado intentando matar a enemigos orgánicos sobre una de las sábanas santas actuales de la ideología socialista.

El comunicado de la ejecutiva local de Santiago reza: “Ante la falta de cumplimiento de las normas del partido, la Agrupación Local del Partido Socialista de Compostela informará a la provincial, como órgano inmediatamente superior, para que se adopten las medidas disciplinarias oportunas según los estatutos del PSOE”.