El día antes de que el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, dejase claro que no va a dejar el puesto, el máximo responsable del fútbol en Galicia, Rafael Louzán, restaba importancia al beso no consentido a la jugadora Jenni Hermoso y disculpaba lo sucedido como “errores que se cometen”. Este respaldo en medio de las críticas y las peticiones de dimisión a Rubiales -la FIFA lo inhabilitó provisionalmente este fin de semana- ha provocado la puesta en marcha de una campaña de firmas para pedir que también él deje su cargo.
La iniciativa la impulsa el colectivo feminista Marcha Mundial das Mulleres y ha reunido centenares de respaldos. El texto insiste en que la conducta de Rubiales es una agresión. Tras varios días sin pronunciarse, Louzán habló durante un homenaje a la futbolista de la selección española Tere Abelleira y su respuesta fue “restar importancia a los sucedido” y señalar que Rubiales había pedido disculpas. En el vídeo al que se refiere, replica la plataforma, “Rubiales no solo no reconoce haber agredido a la futbolista, sino que miente indicando que el acto había sido consentido”. Su discurso posterior ante la Asamblea de la RFEF fue “misógino y manipulador” con “insultos y acusaciones al movimiento feminista”, agrega.
Después de esto, añade, Louzán y la Federación Galega de Fútbol que preside “siguen sin posicionarse en defensa de la agredida”. “Denunciamos la complicidad con el machismo por parte del máximo mandatario del fútbol gallego y de la institución que representa y exigimos su inmediata dimisión. Las futbolistas gallegas no pueden tener como máximo dirigente a quien apoya y respalda comportamientos machistas, mafiosos y violentos”.
La plataforma recuerda que Louzán está condenado a siete años de inhabilitación para cargo público por prevaricación por la concesión de unas obras en el campo de fútbol de Moraña (Pontevedra) cuando él era presidente de la Diputación. Los estatutos de la Federación, en su artículo 31, establecen que es un requisito para formar parte de los órganos directivos y de representación no estar inhabilitado para cargo público, pero Louzán se mantiene en la presidencia la espera de que se resuelva el recurso que ha presentado ante el Tribunal Supremo.
La Marcha Mundial das Mulleres pide “apoyo social y colectivo en la lucha contra el machismo”, en especial en un momento en el que el deporte femenino “alza su voz contra esta agresión y contra todas las que se han producido”. Considera una responsabilidad colectiva apartar “no solo a los corruptos y a los que agreden, sino también a quien calla, respalda y disculpa estos comportamientos”.
Las declaraciones de Louzán también han provocado reacciones entre las formaciones políticas. La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, manifestó que “tan grave es el machismo de Rubiales como quien lo justifica”. “¡Fuera machismo de las federaciones de fútbol!”. La responsable de Deportes de las Xuventudes Socialistas, Jimena Sierra, consideró que el presidente de la federación gallega “no puede continuar un minuto más” en el cargo “por dignidad institucional y por respeto a las mujeres”. También el líder de Podemos en Galicia, Borja San Ramón, ha manifestado que Louzán “no puede salir impune después de su defensa pública de un acto de agresión machista”. El PP, por au parte, ha guardado silencio.