El acuerdo se cerró en el último momento y volvió a dar a Gonzalo Pérez Jácome, el líder de la formación populista de derechas Democracia Ourensana, la Alcaldía de la tercera mayor ciudad de Galicia. A cambio, el PP podrá retener la Diputación. Y ello a pesar de que el candidato de los populares en Ourense repitió en los meses anteriores a las elecciones municipales que no repetiría “jamás” el pacto con Jácome, con el apoyo explícito de su superior en Galicia, Alfonso Rueda.
Este jueves, Rueda aseguró que con el proceso y el desenlace de las negociaciones poselectorales en Ourense “todo el mundo quedó muy retratado”. La intención crítica del comentario no se dirigía, sin embargo, a su propio partido, que selló la alianza que se había comprometido a no volver a sellar, sino al BNG y al PSOE. Según su argumentación, estas dos formaciones tienen la culpa de la decisión final del PP. En la capital provincial, dice Rueda, hubo dos ofertas lanzadas públicamente para buscar una fórmula que apartase a Jácome de la Alcaldía: “Y recibimos silencio, desprecio, rechazo”.
Cargó en especial contra los socialistas, por negarse a hablar con el PP “mientras negociaban en párkings”, en alusión a la imagen de Jácome hablando con el número dos del PSdeG, José Manuel Lage Tuñas, en el aparcamiento de la Cidade da Cultura de Santiago antes de la constitución de los ayuntamientos.
Rueda defiende la postura de su partido porque asegura que intentó formar otro gobierno, pero no lo logró por “el veto absoluto” de PSOE y BNG. El acuerdo final, firmado con Jácome, fue dejar que gobernase la lista más votada tanto en el Ayuntamiento como en la Diputación. Los populares, insistió, votaron a su propia lista en la ciudad, lo que permitió que Democracia Ourensana se mantenga al frente del Gobierno local. “Aquí todo el mundo quedó muy retratado; los primeros los partidos que no quisieron negociar con el PP”, fue su interpretación de lo ocurrido.