Sánchez evita la confrontación con Feijóo y da por buenos todos los plazos de obras previstas en Galicia
Guante blanco. Xunta y PP gallego habían apostado en las últimas semanas por calentar el clima político previo a la reunión de este martes entre Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez, la primera recepción al titular de la Xunta en el Palacio de La Moncloa desde la llegada del PSOE al Gobierno de España. Los conservadores habían aludido a supuestas cesiones del socialista al soberanismo catalán o “a Podemos” que ponían en riesgo “compromisos” con Galicia en materias como las infraestructuras.
No obstante, tras dos horas de encuentro este argumentario ha quedado desactivado por la vía de los hechos y Feijóo ha admitido que ha salido de la recepción “mucho menos preocupado”. Incluso ha reconocido “avances muy significativos” porque Sánchez ha dado por buenos los plazos del AVE Madrid-Galicia e incluso “ha abierto la puerta” a la transferencia de la AP-9 que el Gobierno de Rajoy vetó tres veces.
Según Feijóo, Sánchez asegura “que se mantienen todos los compromisos” relativos a la conexión de alta velocidad con Madrid “y los trenes podrán entrar en Galicia en pruebas en el último trimestre de 2019”, si bien el cronograma conocido desde hace año y medio evidencia que las obras de la línea no estarán terminadas a efectos prácticos hasta 2020 -como ratifican los últimos contratos lanzados durante el mandato del PP- y que el trazado definitivo, incluyendo los 17 kilómetros de Taboadela a Ourense, no quedarán rematados hasta, al menos, el año 2024 -en la línea de lo reflejado en los últimos presupuestos de Rajoy y ya admitido públicamente por Feijóo-. Feijóo también da por “mantenida” la “fecha del AVE a Lugo para el año 2021”, aunque de lo que realmente se trata es de un plan ya conocido de electrificación de vías y eliminación de pasos a nivel.
En lo referido al traspaso de competencias sobre la AP-9 Feijóo admite una mejor disposición de Sánchez que la del Gobierno anterior, toda vez que no se ha negado, aunque alude a “informes que obran en el Ministerio de Fomento” con argumentos recurrentes como que la Autopista del Atlántico conecta con Portugal -uno de los motivos aludidos por el Ejecutivo del PP para vetarla en el Congreso-.
Según la versión del titular de la Xunta, Sánchez “ha pedido tiempo para ver este asunto” y “ha dejado la puerta abierta a la transferencia”, lo cual es “un avance”. Esta transferencia de competencias a la Xunta, que de completarse sería la primera en diez años, puede ser aprobada por la vía del acuerdo entre gobiernos o con la aprobación de una ley en el Congreso -actualmente, está tramitándose una iniciativa de En Marea al respecto y el Parlamento gallego remitirá en poco tiempo la suya por tercera vez-.
Más allá de las obras concretas y de asuntos como la petición de colaboración en el Xacobeo 2021 y en la recuperación de las viviendas afectadas por la explosión de una pirotecnia en Tui, Feijóo ha aprovechado su presencia en Madrid para recordar la petición de un nuevo modelo de financiación autonómica -el actual lleva media década caducado- y negarse a que “las comunidades autónomas incumpridoras” puedan beneficiarse de quitas de deuda. Lo exige, ha proclamado, porque Galicia es “una comunidad autónoma leal” que “no ha sido un problema para la Hacienda española” durante la recesión.
