La pasada semana el Servizo Galego de Saúde hacía públicos los datos de sus listas de espera datados en el 31 de diciembre de 2015. En el final del año con menor transparencia en este ámbito desde que existen registros públicos el Sergas registraba una espera media de 78,8 días para acceder a una operación quirúrgica o, lo que es lo mismo, 19 días por encima del límite fijado por la propia Xunta a través de una ley.
El Gobierno gallego ha puesto el acento en este dato por ser dos días inferior al de un año antes pero ha pasado más por encima de otro, el de la cifra total de pacientes que esperan. Ese indicador ha sido el peor en un cierre de año en la última década, el segundo mayor desde que, en sus últimos compases, el gobierno de Fraga accedió a hacer públicos los números de las listas de espera.
El panorama de la sanidad pública gallega es, por múltiples motivos, muy diferente al de aquel año 2005. En estos diez años a población gallega ha mermado pero también ha envejecido y el personal de los servicios sanitarios aumentó hasta que, en plena crisis, fue recortado en más de 1.600 profesionales. Del mismo modo, durante el período de recortes el presupuesto sanitario ha disminuido más de 300 millones de euros mientras, no obstante, comenzaban a funcionar relevantes infraestructuras sanitarias como los nuevos hospitales de Lugo y Vigo o ampliaciones como las realizadas en el área de urgencias del hospital de A Coruña.
El último de los nuevos hospitales en ser inaugurado, el vigués, lo hizo cuando ya estaba en vigor a denominada ley de garantías de prestaciones sanitarias. Como ha informado eldiario.es, esta norma estipula que si un enfermo que necesite una operación quirúrgica no es atendido en un máximo de 60 días, el Sergas tiene la capacidad de derivarlo a la sanidad privada y, en caso contrario, pierde el derecho a ese límite máximo de atención. A pesar de a la combinación de todos estos factores, a 31 de diciembre de 2015 había case 1.000 personas más esperando que un año antes. No es posible saber, no obstante, si durante la primavera o el verano de 2015 el número de personas esperando se ha mantenido por encima de las 37.000, como en 2014, ya que la misma ley de garantías ha recortado también la información que el Sergas difunde de las listas.
Con la espera media por encima del límite legal, un vistazo en perspectiva a los datos publicados por el Sergas en la última década -desde el rediseño de su web la Consellería de Sanidad sólo deja consultar sus últimos seis informes al respecto- permite concluir que el número total de pacientes que esperan por una operación ha sido en esta legislatura gallega más semejante al de los últimos años del fraguismo que al de los años del bipartito o al inicio del mandato de Alberto Núñez Feijóo.
Así, al ordenar los datos de los informes de listas de espera -cuatro por año entre 2005 y 2014 y dos anuales desde lo pasado ejercicio- los datos muestran que el mayor registro histórico de pacientes en espera sigue siendo el del tercer trimestre de 2005, justo después de la salida de Fraga de la Xunta, y los dos trimestres siguientes. A continuación se encuentran los datos de los últimos trimestres de la primera legislatura de Feijóo y, sobre todo, de la actual, cuando frecuentemente se sobrepasado el límite de los 37.000 enfermos esperando. En el extremo contraria están datos registrados entre 2006 y 2009, cuando el Sergas logró situar la lista de espera por debajo de las 35.000 personas.
Frente a estos datos y mientras el policlínico vigués POVISA, concertado con el Sergas, sigue actuando como principal lastre del sistema, la Consellería de Sanidad insta a observar el lado positivo del balance. Así, en la presentación de los datos la Consellería ha destacado que el Sergas “continúa cumpliendo el compromiso de atender las patologías más graves por debajo de 30 días y las graves, por debajo de 60 días”.