Este verano el Servizo Galego de Saúde cerrará 1.095 de sus camas hospitalarias, 163 más que en 2013 y un 140% más que en 2009. Esta decisión, duramente criticada por las organizaciones que representan al personal sanitario, está también desde hace meses en el debate político, en el marco del cual el actual Gobierno justifica los cierres incluso echando mano de textos redactados por el gobierno bipartito, cuando las camas que dejaban de operar en verano eran muchas menos. Uno de los argumentos ofrecidos por la Consellería de Sanidade para defender estos cierres es que se producen durante las vacaciones de los trabajadores y trabajadoras del Sergas, razón que llevó la oposición a querer saber cuál es el volumen de personal que cogerá vacaciones y cuántas de estas bajas temporales serán cubiertas. El departamento de Rocío Mosquera lo oculta, por lo menos de momento.
En esta ocasión la pregunta llegó a través de la portavoz de AGE en materia sanitaria, Eva Solla. La política de personal de Sanidad, señala en el encabezamiento de una pregunta parlamentaria escrita, “obliga a la movilidad forzosa al personal fijo” para “cubrir vacaciones” y “al mismo tiempo impide la contratación de cientos de sanitarias y sanitarios eventuales”, que “tampoco podrán acceder a otras muchas plazas de consultas y otros servicios”, los cuales simplemente quedarán “sin cubrir durante los permisos estivales”. En este contexto Solla le preguntó a la Consellería por las “razones” de este “elevado cierre de camas” pero, además, si tiene algún “plan” en caso de “colapso” y, sobre todo, por el “número de personas que van a disfrutar de su período vacacional en los meses de verano” y “cuántas de esas vacaciones van a ser cubiertas”.
La respuesta entró en el Parlamento el pasado lunes y en ella Sanidade comienza defendiendo lo que denomina “reorganización de camas en período estival” con el argumento de que “se hace todos los años en todos los servicios de salud”. En esta línea, la Consellería obvia que está batiendo su propio récord de cierre señalando que “en este 2014 más del 86% de las camas” van a estar “operativas” y que la decisión “se toma habida cuenta la responsabilidad principal de la sanidad pública gallega de garantizar la seguridad y la calidad asistencial de los pacientes”. “De ser necesarias, –agrega–las camas pueden activarse en cualquier rato”.
Pero, ¿cuánto personal estará de vacaciones y cuántas plazas serán cubiertas? “Esta programación –continúa la Consellería– permite gestionar de forma eficiente las vacaciones reglamentarias” que, “como sucede con otras profesiones”, suelen ser “demandadas” en verano. “Esto condiciona la necesidad de sustituir al personal y ese relevo no es posible en determinadas especialidades de personal facultativo, por lo que quedarían incompletos los equipos asistenciales necesarios para realizar determinadas funciones”, señala.
“El recurso cama no determina el grado de eficiencia”
Entre apelaciones a la “eficiencia” y a la “gestión racional de los recursos físicos y humanos”, Sanidade abunda también en el argumento de que “en la época estival los índices de ocupación hospitalaria disminuyen” y “además, se aprovecha esta época en que hay menos pacientes para hacer obras de mantenimiento de los centros”. Al mismo tiempo, según la Xunta, “el recurso cama no es el que determina el grado de eficacia del sistema”, porque “en los últimos años hemos incrementado la actividad en áreas como los hospitales de día, la hospitalización a domicilio o la cirugía ambulatoria, prestaciones enormemenve valoradas por los ciudadanos y que nos permiten atender a más pacientes sin precisar el recurso cama”, concluye.
Sanidade ofrece esta respuesta en un contexto en el que su cierre de camas supera no solo el dictaminado por la coalición de PSdeG y BNG en su último año de gobierno, sino también por el Ejecutivo de Manuel Fraga, que en 2005 cerró 636. Un año después, en 2006, el bipartito cerró 532 camas y el PP, ya con Feijóo al frente, le preguntó a la Xunta si había previsto que durante el verano “determinadas zonas ven incrementada su demanda asistencial” a causa de “desplazamientos a estas zonas” e instaba a socialistas y nacionalistas a “garantizar un normal funcionamiento de los servicios sanitarios”.
Camas hospitalarias cerradas en el Sergas durante el verano