La falta de servicios en el hospital de Lugo obliga a trasladar a 6.000 pacientes en tres años
A finales de 2010 la Xunta ultimaba los detalles para inaugurar el Hospital Universitario Lucus Augusti de Lugo y cerrar definitivamente el vetusto Hospital General. En aquellos días, desde la Consellería de Sanidad se presentaba como una de las principales novedades del centro que cada paciente podría acceder –previo pago– a televisión o a internet desde un equipo informático instalado en cada cama, que también serviría para consultar los datos clínicos del enfermo por parte de los profesionales. Esa promesa se hizo realidad y desde hace tres años el denominado “entretenimiento multimedia para pacientes”, instalado por las empresas Coremain y Sermicro, está funcionando. No ha ocurrido lo mismo con otra novedad más trascendental para el funcionamiento del hospital: la puesta en marcha de los servicios de hemodinámica, radioterapia y medicina nuclear, lo que en apenas tres años ha provocado el desplazamiento de unas 6.000 personas a otros hospitales.
Fue el propio presidente de la Xunta quien, en el acto de inauguración del centro, el 26 de febrero de 2011, anunció la licitación inmediata de los servicios pendientes. “Pacientes con enfermedades de corazón o de cáncer que antes tenían que desplazarse a Santiago o a A Coruña podrán ser atendidos en su hospital público de Lugo a lo largo de este año”, resumió. Más de tres años y muchas movilizaciones ciudadanas después, la única de las prestaciones pendientes que funciona es la hemodinámica, indispensable para atender a personas que sufren infartos y dolencias semejantes, aunque solo lo hace en horario de mañana.
Ante la desidia gubernamental, colectivos sanitarios, vecinales y políticos impulsaron una iniciativa legislativa popular para forzar a la Xunta a cumplir sus propias promesas. Desde el pasado marzo esta ILP tiene rango de ley y ahora, con el apoyo incluso del PP, Sanidad está formalmente obligada a instalar en el HULA los servicios que precisa. No obstante, mientras esto no acontece, no son pocas las personas que, a pesar de tener el centro lucense como hospital de referencia, son desplazadas en ambulancias a otras localidades –esencialmente, a A Coruña y a Santiago– para recibir los tratamientos que necesitan.
Casi 4.000 infartos y más de 2.000 pacientes con cáncer
Ante este panorama, el pasado marzo, una semana antes de la aprobación de la ILP, la diputada lucense del PSdeG Concepción Burgo le solicitaba formalmente a la Xunta que informara del número de pacientes que durante 2012 y 2013 tuvieron que ser trasladados desde Lugo a otros puntos del país gallego para recibir la radioterapia que necesitaban, así como los centros a los que fueron enviados y el coste de la derivación para el Servizo Galego de Saúde (Sergas). La respuesta, aunque incompleta en algunos puntos y con datos adicionales en otros, llegó hace pocos días al Parlamento y permite conocer algunas cifras que resultan ilustrativas.
Así, por ejemplo, Sanidad revela que entre 2011 y 2013 “fueron trasladados a centros sanitarios de otras provincias” para recibir radioterapia un total de 2.082 personas. “Más del 90% de estos pacientes son derivados al Consorcio Centro Oncológico de A Coruña”, especifica el documento, que no revela los costes por los que preguntaba la diputada. Tampoco especifica, por ejemplo, cuántas de estas personas tuvieron que viajar para recibir quimioterapia –sola o en combinación con la radioterapia–, tratamiento que tampoco se venía prestando en Lugo y que obligaba a los pacientes a trasladarse a pesar de que ello les provocase efectos secundarios como náuseas, vómitos o un gran cansancio.
Mientras el departamento que dirige Rocío Mosquera niega algunos de los datos solicitados, aporta otros por los que Burgo no preguntaba: el número de pacientes trasladados a causa de la ausencia de la sala de hemodinámica. Según Sanidad, cuando menos 3.627 personas que sufrieron una “cardiopatía isquémica” –un infarto, una angina de pecho y dolencias semejantes– en algún ayuntamiento de la provincia de Lugo “fueron trasladados a centros sanitarios de otras provincias” en los últimos tres años.