El sucesor de Feijóo en la Xunta se aleja de la tesis de la trama de incendiarios que impera en el PP
Mientras el PP desempolva la teoría de la trama de incendiarios para hacer frente a las consecuencias políticas de los fuegos forestales que han arrasado decenas de miles de hectáreas en las últimas semanas, el sucesor de Alberto Núñez Feijóo en la Xunta, Alfonso Rueda, centra sus recetas en la ordenación del suelo, en explotar tierras que han ido quedando abandonadas, en la prevención y en la concienciación.
En España este es el peor año de las última tres décadas en lo que se refiere a la superficie quemada en los incendios. En Galicia el fuego que afecta desde hace casi dos semanas a Folgoso do Courel y A Pobra do Brollón, en la montaña de Lugo, es el más grande desde que hay registros. Sigue ardiendo, pero la Xunta lo ha dado por controlado este miércoles, tras consumir 11.100 hectáreas. En este contexto, Rueda ha vuelto a defender el dispositivo de incendios puesto en marcha por el Gobierno gallego a pesar de las críticas que apuntan a su insuficiencia. Se ha alejado de la búsqueda de culpables a la que sí se han entregado algunos de sus compañeros de partido. El propio Feijóo ha rescatado la idea de una trama que provoca los fuegos, una teoría de la que habló en numerosas ocasiones mientras estuvo al frente del Gobierno gallego y que quedó refutada incluso en un Parlamento autonómico en el que los populares eran mayoría.
El vicesecretario de Coordinación Autonómica y Local del PP, Pedro Rollán, ha afirmado estos días que hay incendios “porque la gente los provoca” en la mayor parte de los casos. El consejero de Medio Ambiente de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, deslizó que los ecologistas tienen responsabilidades en que arda el monte. En Galicia, y ante una serie de incendios que se declararon a mediados de julio, el presidente de la Xunta apuntó de inicio a un fenómeno “inusual” de tormentas. Ahora pide hacer un análisis de las causas y las perspectivas en toda España para decidir las medidas a tomar. Las circunstancias climáticas, dijo en la rueda de prensa posterior al Consello, “afectan”, pero “sería un error pensar que esa es la única causa y solo ahí están las soluciones”. “Tenemos que perseverar en la ordenación del suelo, en actividades agrícolas y de explotación de tierras abandonadas y que, si tuvieran utilidad, las circunstancias cambiarían mucho; y también en la prevención y la concienciación”, insistió.
Rueda reconoció que el dispositivo de antiincendios gallego admite mejoras y refuerzos “puntuales”, pero recalcó que no es en este punto en el que cree que hay que hacer los mayores esfuerzos, sino en la gestión del territorio.
El Consello de la Xunta aprobó la convocatoria de las ayudas para los dueños de viviendas que quedaron quemadas por los incendios. Se podrán solicitar desde el sábado y el Gobierno gallego calcula que el dinero empezará a llegar efectivamente a los propietarios en dos meses, una vez se cumplan trámites como las licencias municipales para las obras. Los fondos destinados para la reconstrucción de los inmuebles son 3,2 millones de euros. Rueda indicó que son unas 130 las propiedades afectadas, pero limitó a un puñado el número de viviendas que son primera residencia. Aunque la semana pasada habló de 75 viviendas, este miércoles redujo la cifra a medio centenar -las 80 propiedades restantes son otro tipo de construcciones-, de las que solo en torno a una decena constituyen el domicilio habitual de sus propietarios, según los datos recogidos hasta ahora.
El presidente gallego había anunciado hace una semana que la Xunta asumiría el 100% de los gastos de reparación, con un límite de 120.000 euros en las primeras residencias y de 60.000 en el resto de viviendas.
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