La Xunta anuncia una rebaja fiscal de 46 euros para las rentas medias frente a los 4.400 euros que se ahorrarán los ricos

Daniel Salgado

27 de septiembre de 2022 12:55 h

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El principal anuncio que el presidente de la Xunta se guardó para su comparecencia extraordinaria de este martes en el Parlamento gallego estaba relacionado con la política fiscal: una rebaja en el tramo autonómico del IRPF a las rentas de hasta 35.000 euros. Será de cuarenta y seis millones de euros y, según fuentes del Gobierno gallego, afectará a un millón de contribuyentes, que ahorrarán 46 euros anuales. La medida se suma a la adoptada la pasada semana, esta dirigida a unas 7.700 personas con un patrimonio medio de seis millones de euros: estos dejarán de aportar a las arcas autonómicas 4.415 euros anuales, un total de 34 millones de euros. Alfonso Rueda defendió sus reformas con su estribillo de los últimos meses: “Es posible menos impuestos y más bienestar”.

Rueda llegó a la cámara para realizar una comparecencia inaudita. Quiso explicar las “líneas estratégicas y orientaciones fundamentales” de las cuentas públicas. Lo hizo sin entregar ningún documento a la oposición, que se enfrentó a casi 50 minutos de cifras y avisos que desconocían. “Es un debate trucado, viene al Parlamento a dar una rueda de prensa”, le afeó la líder del BNG, Ana Pontón. El socialista Luis Álvarez llegó a señalar que los escaños del PP sí contaban con papeles informativos. El caso es que el presidente gallego se aferró a su discurso sobre las bajadas de impuestos y la presunta “senda propia” de la comunidad al respecto. Que consiste en la mencionada rebaja en el tramo autonómico del IRPF -un 4,1% en las rentas de hasta 35.000 euros-, el beneficio a los patrimonios elevados, o la consideración a fectos fiscales de las familias con dos hijos menores de 25 años como familias numerosas.

“Que poco les gusta bajar impuestos”, le espetó Rueda a BNG y Partido Socialista en la primera de las dos réplicas con tiempo ilimitado de las que dispuso -los partidos de la izquierda pudieron hablar 15 minutos en total cada uno. Según el sustituto de Feijóo, “en Galicia se pueden bajar impuestos y mantener y mejorar los servicios públicos”. No acabó de explicar cómo. Eso sí, el portavoz del PP en el Hemiciclo, Pedro Puy, se encargó de recordar que el Gobierno central no aportará fondos a la gratuidad de las escuelas infantiles, anunciada por Feijóo en diciembre de 2021 y en marcha desde este curso. Costará 41 millones de euros. Las rebajas fiscales de Rueda alcanzan, según sus propias cifras, los 150 millones.

Pontón habló a las claras, en referencia a la bonificación del 50% en el impuesto de patrimonio, de pelotazo fiscal y, al igual que el socialista Álvarez, enumeró las polñíticas sociales que podrían sufragar los 34 millones que dejarán de ingresar a las cuentas públicas 7.700 ricos: médicos, profesores o 12.000 ayudas del bono social del alquiler. “El PP ha argumentado esta bajada de impuestos a los ricos como 'una ayuda para llegar a fin de mes'. ¡Hay que tener descaro!”, se indignó. “Con los problemas que hay en pediatría [en referencia a la carencia de estos facultativos en la sanidad pública], no llega ni para pagar una consulta privada al año. Contraten más pediatras”, añadió.

El portavoz del PSdeG también mencionó los problemas sanitarios, con las denuncias de sindicatos, colegios médicos o pacientes que perciben la atención primaria al borde del colapso. “Renuncie a aplicar la rebaja del impuesto de patrimonio. Los gallegos la rechazan. Podría contratar 500 médicos”, afirmó. Alfonso Rueda había mencionado el tema, para exculpar a los sucesivos gabinetes autonómicos del PP y responsabilizar al Ejecutivo central de que no haya médicos. Las cuentas de 2023, adelantó, incluirán 215 millones más en la partida de sanidad: para tecnología, para reducir las listas de espera y para articular “soluciones novedosas” en los pacientes crónicos. El déficit de personal se lo endosó a Sánchez, pese a que las competencias son exclusivas de la Xunta.

El presidente gallego también avanzó que subirán los fondos dedicados a promoción de empleo -cuya ejecución no suele ser muy elevada- o que congelará los peajes de las autopistas de titularidad autonómica -Vigo-Baiona y A Coruña-Carballo. “Serán unos presupuestos sensatos y realistas” con el techo de gasto no financiero más alto de la historia, 12.600 millones de euros. Pero la oposición todavía deberá esperar para conocer sus detalles.