La Xunta mantiene 9 Audi cinco años después de la campaña del PP contra los coches oficiales
La durísima campaña electoral de 2009, al término de la cual el PP recuperó la Xunta con Alberto Núñez Feijóo al frente, tuvo muchos elementos novedosos. Entre ellos figuraron cuestiones inéditas introducidas por los conservadores en el debate político sin que los entonces socios de Gobierno, PSdeG y BNG, pudieran o supieran reaccionar.
Los populares de Feijóo y Alfonso Rueda se convirtieron en una verdadera máquina de titulares en las que se repetían expresiones como “sultanato”, “lujo asiático” o “despilfarro”, todo ello salpicado por planes de obras en recintos administrativos y, sobre todo, por marcas de coches hiperbólicamente aderezadas. En este marasmo, uno de los lugares comunes más recurrentes eran las reiteradas menciones a los vehículos de marca Audi, que el propio Feijóo prometió descartar del parque móvil. Cinco años después de aquella campaña, los garajes de la Xunta tienen aparcados, al menos, nueve de estos coches, dos del modelo A8 y siete del modelo A6.
En la actualidad quedan ya lejos aquellas imágenes del que había sido coche oficial del presidente Touriño cubierto de polvo y también las de la fracasada subasta de Audis, la mayoría de ellos adquiridos por el Gobierno de Manuel Fraga. En este contexto, el Ejecutivo reitera que su gestión del parque móvil poco o nada tiene que ver con la de sus antecesores gracias a su plan de “reestructuración”.
Sea como fuere, la Xunta sigue teniendo que hacer trámites como la contratación de seguros para todos sus coches, un proceso que acaba de iniciar la Consellería de Hacienda y gracias al cual es posible conocer no solo que sigue teniendo nueve Audis, sino tambień la totalidad de vehículos –coches, camiones, motos y vehículos agrícolas– que son propiedad de la Administración autonómica.
Las compañías interesadas en hacerse con este contrato (de casi 2,5 millones de euros para los próximos dos años) deben saber que tendrán bajo su responsabilidad el aseguramiento de unos 1.600 vehículos de muy diverso tipo, entre los cuales la marca más numerosa es Citroën que, no obstante, con apenas 450 automóviles representa menos del 30% del total. Un vistazo a la relación de vehículos permite ratificar que algunas de las que habían sido promesas electorales estrella de Feijóo, tales como circular ordinariamente en un vehículo oficial fabricado en Vigo, fueron y son imposibles de cumplir, toda vez que en la factoría viguesa solo se fabrican vehículos industriales y familiares, algunos de los cuales, no obstante, sí forman parte del parque móvil de la Xunta.
Sin tener en cuenta la maquinaria agrícola, hay vehículos de casi una treintena de marcas en las que, después de Citroën, son Nissan, Suzuki y Seat las que tienen mayor presencia, todas por encima de los 150 coches. También figuran en esta relación más de un centenar de automóviles Renault; por encima de los 50 están Galloper y Volkswagen. Y en los garajes de la Xunta sigue habiendo también dos Lamborghini, marca que sorprendió al gabinete de Feijóo a su llegada pero que no significa que se estén manteniendo con fondos públicos dos deportivos de alta gama, sino dos tractores.