Fue el anuncio estrella del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, en el debate del estado de la autonomía hace 10 días: un bono de 5.000 euros anuales para el cuidado de dependientes en su domicilio y otro de 1.200 euros para los que estén en una residencia privada, para que hagan frente a los gastos. Pero en ese momento, no concretó las cuantías totales de las varias ayudas directas adelantadas para el año electoral. Quedaban pendientes de que se presentasen los presupuestos de 2024. El Gobierno gallego dio este miércoles luz verde a esas cuentas, que vuelven a ser las más altas de la historia y que reservan 150 millones de euros para estos dos bonos.
En concreto, el bono de 5.000 euros supondrá un desembolso de 97 millones de euros para alcanzar a los más de 18.000 dependientes a los que la Xunta calcula que va a llegar. La ayuda de 1.200 euros implicará otros 53 millones de euros. El bono deportivo de 120 euros para que los menores que participan en disciplinas federadas compren material acaparará 16 millones de euros.
Rueda presentó junto al conselleiro de Facenda, Miguel Corgos, el proyecto de la ley de presupuestos y la de medidas fiscales y administrativas -la conocida como ley de acompañamiento, en la que año tras año se cuelan, además de cambios sobre tributos, modificaciones de otras normas autonómicas-. La cifra global es de 13.257 millones de euros, un 5% más que en el ejercicio de 2023. Iguala el techo de gasto, aprobado en el Parlamento solo una hora antes de que el Consello diese luz verde a los presupuestos. Y es la mayor cuantía de la historia de la comunidad. Salvo en épocas de recesión, como en el inicio de la década pasada, es lo habitual: la cantidad de un año supera por norma la del año anterior.
La Xunta no recurre a nuevo endeudamiento. Y es la primera vez que ocurre en 16 años, según Corgos. Estos presupuestos se basan en los recursos ordinarios. La mayor parte de los recursos, por encima del 76%, proceden del sistema de financiación autonómica del Estado. La previsión es que la aportación para 2024 sea un 8,6% superior a la de 2023. La cantidad es un cálculo que ha hecho el Gobierno gallego, que lleva semanas quejándose de que el Gobierno central, en funciones, no ha comunicado datos como las entregas a cuenta o la capacidad de endeudamiento para que los territorios elaboren sus cuentas.
Rueda definió el proyecto de su equipo como unos presupuestos “bien medidos, bien pensados, realistas” y que van a estar aprobados “en tiempo y forma”. Entrarán en el Parlamento el viernes, fecha límite para ello, y estarán aprobados antes de que termine el año para que el 1 de enero de 2024 estén ya en vigor. El Gobierno gallego ofrece un primer cálculo de lo que destina a gasto social. Son 9.774 millones de euros en los que incluye partidas para sanidad, educación, servicios sociales y promoción del empleo.
Rebajas fiscales
El presidente gallego destacó que se mantienen las rebajas fiscales aplicadas en años anteriores y se introducen otras nuevas ya anunciadas. Dijo que la cantidad que han dejado de ingresar las arcas públicas con estas bajadas en esta legislatura es de 1.300 millones de euros. Entre las medidas están que en 2024 las familias con dos hijos ya se van a poder deducir en la declaración de la renta -la referida a 2023- 250 euros, lo que las equipara a las familias numerosas.
Además, el impuesto que se paga al comprar una vivienda usada se baja un punto, hasta el 8%, y el de transmisiones para la compra de vehículos de segunda mano se reduce del 8% al 3% y se elimina para el caso de coches eléctricos.
Las previsiones de la Xunta son lograr un crecimiento del producto interior bruto (PIB) del 1,9% en 2024 -para 2023 prevé cerrar con un avance del 1,8%- y una tasa media de paro del 9,4%, un nivel que no se registra desde hace 15 años.
12 millones para promocionar la ternera gallega
El conselleiro de Facenda ha adelantado las cuantías que se dedicarán a una serie de programas que ha considerado más destacados. Entre ellos, la promoción de la ternera gallega, que recibirá 12 millones de euros en 2024, tantos como la digitalización del sistema educativo y poco menos que las medidas de inclusión sociolaboral de colectivos vulnerables (14,5 millones), el centro de protonterapia (14,8 millones) y el fomento de la movilidad sostenible (14,7 millones).
Para la construcción de viviendas para alquiler social, la Xunta reserva 27,5 millones de euros. Incluye otros 2,5 para el acompañamiento de personas sin hogar para que accedan a uno. En el debate sobre el estado de la autonomía, Rueda prometió 1.900 viviendas para arrendamiento a personas con bajos recursos.