El Gobierno gallego prevé que las demoras para recibir atención y operarse en la sanidad pública gallega no se van a reducir hasta niveles previos a la pandemia hasta el próximo año. El gerente del Servizo Galego de Saúde (Sergas), José Flores, cita a “expertos” para asegurar que serán necesarios dos años al menos para retomar la situación como estaba antes de que apareciese la COVID-19. Inicia la cuenta en el 2021 y señala que la previsión es que en 2023 las listas de espera sean similares a las de 2019.
Flores aseguró en una entrevista concedida a la Cadena Ser que están trabajando para “aminorar” las demoras. En todas las áreas sanitarias, al borde de colapso en algunos momentos de la pandemia, se incrementaron las listas de espera. El último dato actualizado por el Sergas se publicó al cierre del primer semestre de 2021. Entonces la espera media para una cirugía en los hospitales públicos de Galicia era de 70,3 días y había 40.316 personas en las listas. Al terminar 2019 los gallegos tenían que aguardar 53,9 días de media y los pacientes pendientes de una intervención eran 35.720.
El responsable del Sergas también ha insistido en que algunos de los cambios introducidos en la atención sanitaria durante la pandemia, como la atención telefónica a los pacientes, han llegado para quedarse. Flores la defiende pese a las críticas recibidas por parte de pacientes y profesionales sanitarios. Ha señalado que era ya una posibilidad disponible en el sistema gallego antes de la COVID-19 y que durante lo peor de la crisis “se potenció para mejorar la seguridad”.
En cuanto a la inminente retirada de la mascarilla en los interiores, Flores no ha lanzado críticas, pero ha pedido “cautela”. También ha manifestado que “nunca está descartado” que haya que dar marcha atrás en las medidas y se ha remitido a lo que ha llamado “capacidad de sorprender del virus” y a su comportamiento distinto en las diferentes olas y en función de las variantes más extendida en cada momento.