Un blog sobre leyes y tecnología por y para iLetrados digitales. Derecho para todos los públicos de la mano de Jorge Campanillas, Marina Franganillo, Miriam García, David Maeztu, Jorge Morell, Andy Ramos, Ruth Sala, Alejandro Sánchez, Alejandro Touriño y Roberto Yanguas.
¿Qué dichosas leyes vamos a aplicar cuando lleguemos a Marte?
No cabe duda de que el planeta rojo está de moda. Mientras el robot Curiosity sigue haciendo su trabajo y envía mucha información relevante, la NASA ha sido capaz de lanzar finalmente Orion después de varios intentos fallidos. La nueva nave será probada en varias misiones antes de dar el salto definitivo al que es el gran objetivo: llevar astronautas a Marte.
Mientras tanto, la iniciativa privada no se queda atrás. El millonario Elon Musk no se conforma con haber fundado PayPal o Tesla, ni con que su empresa SpaceX sea la primera que logra trasladar suministros a la Estación Espacial Internacional. Musk acaba de anunciar que ha recibido una financiación de 1.000 millones de dólares (cerca de 900 millones de euros), de Google y otras compañías, para su proyecto de establecer una colonia humana en Marte en un plazo de diez años.establecer una colonia humana en Marte
Lo que no está claro es que vaya a ser el primer asentamiento, porque Bas Lansdorp, el fundador de Mars One, tiene en mente el mismo objetivo: enviar cada dos años tripulaciones de cuatro personas empezando en 2024. De hecho, ya ha puesto en marcha la selección de candidatos.
Se ha hablado mucho de las enormes dificultades de enviar seres humanos a Marte y de lo complicado que será sobrevivir allí. Por el contrario, lo que no se ha empezado a debatir son las normas que se deberían aplicar cuando lleguemos al planeta rojo. ¿Quién será el propietario de las colonias y de los terrenos? ¿Cómo se explotarán los recursos? ¿Deben ser las empresas privadas que han invertido en el proyecto las que fijen las reglas o deben fijarlas la ONU o los países que destinen recursos a ese proyecto? ¿Hacen falta nuevos principios éticos y legales 'ad hoc' para la futura vida en Marte o extendemos los existentes en nuestro mundo?
Según los tratados internacionales actualmente vigentes, la Luna y los planetas son patrimonio común de la humanidad y no pueden ser objeto de apropiación de ningún tipo por parte de gobiernos ni empresas privadas, aunque matiza que el Estado que lance una nave espacial retiene la jurisdicción y el control sobre la misma.
National Space Society, Space Frontier Fundation y otras organizaciones están haciendo 'lobby' en EEUU para que esas normas se modifiquen y se permita la propiedad privada y la explotación empresarial de los recursos del espacio exterior. Argumentan que el primero y más importante de dichos tratados data de 1967 (pocos meses antes de que Armstrong y Aldrin pisaran por primera vez la Luna) y que las circunstancias han cambiado sustancialmente, entre otras cosas porque cada vez más son las empresas, y no los gobiernos, las que financian la aventura espacial. Paradójicamente, también surgen voces que sugieren que se aplique a Marte una normativa parecida a la Homestead Act que sirvió para la colonización del oeste americano hace 150 años.
Para añadir mayor complejidad a la cuestión, algunos están planteando que los seres humanos van a tener muy complicado adaptarse a la vida en Marte y que lo mejor sería que la fase inicial de la colonización se llevara a cabo por robots con inteligencia o por cíborgs, lo que eliminaría muchos de los riesgos y dificultades de esta aventura. La idea sería utilizar la tecnología y la ingeniería genética para modificar a las personas con el fin de adecuarlas a las demandas del nuevo entorno.
En la misma línea, otros apuestan por esperar unos años e iniciar la conquista una vez sea posible trasplantar nuestra mente a un cuerpo robóticoiniciar la conquista una vez sea posible trasplantar nuestra mente a un cuerpo robótico, lo que abriría la puerta a explorar planetas inhabitables como Júpiter o Venus.
A la vista de lo anterior, es indudable que vamos a necesitar nuevas normas que den respuesta a los enormes desafíos que surgirán al rebasar esta frontera. Las grandes potencias deberían darse prisa con las deliberaciones, no vaya a ser que la Tierra tenga los días contados - como sugieren los guionistas de la película Interstellar -, tengamos que abandonarla precipitadamente y, cuando lleguemos después de un viaje de siete meses, los primeros colonos marcianos hayan ocupado las mejores zonas al amparo del principio 'prior tempore potior iure'. prior tempore potior iure'
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Las imágenes de este artículo son propiedad de Mars One y la NASA.
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