Lo dejamos a un lado cuando vino internet a revolucionarlo todo. De hecho, algunos consideran que fue su precursor, capaz de difundir información en tiempo real cuando todavía reinaban los televisores analógicos. Desde noticias hasta resultados de fútbol, pasando por la programación de las diferentes cadenas de televisión. “Pero búscalo en el Teletexto de La 1”, decía un familiar cercano, “que los otros no me gustan”. Qué tiempos aquellos...
A pesar de que en España hemos desterrado lo que era hasta hace poco nuestra forma de estar en contacto con el mundo, en estos días y por tercer año consecutivo se celebra en Alemania el Festival Internacional de Arte del Teletexto, una buena forma de recuperar este formato obsoleto.
El ‘keyboardslöjd’: un teclado y sus letras
Entre los participantes del festival hay una española, Raquel Meyers, que explica a HojaDeRouter.com qué significa ser una artista del Teletexto. Meyers define su trabajo con un nombre propio, mediante una práctica que ha denominado ‘keyboardslöjd’ y que consiste en dibujar y crear fotografías, 'performances', instalaciones, vídeos y animaciones utilizando tan solo un teclado y sus letras. De esta forma, las animaciones “se escriben” de forma manual, y las obras en Teletexto pueden presenciarse en vivo.
¿Que cómo se le ocurre a alguien dedicarse a trabajar con el Teletexto? “Por puro placer”. La artista reconoce que todo lo que sabe lo ha aprendido por su cuenta, a través – paradójicamente – de internet: viendo vídeos, aprendiendo de otros… Ya son más de siete años dedicándose al arte ‘teletextero’. Lleva desde 2004 exponiendo sus obras y actuando en diversos festivales.
Hablamos de actuar porque eso es exactamente lo que hace en muchas ocasiones: acompaña a otros artistas, sobre todo a músicos, para ilustrar sus canciones. Con sus dibujos de Teletexto se hacen videoclips o se acompañan melodías en en directo. Sincroniza las animaciones con el músico en tiempo real, y eso que “tanto las animaciones como los gráficos están hechos solo con caracteres de texto”.
Meyer, junto con un músico y un programador, llegó a crear esquelas de Teletexto para explorar los mensajes fúnebres del futuro. "¿Cuál sería tu obituario si internet lo decidiera?", se preguntaba. Y llegó a la conclusión de que recogería la información que, durante años, hubieras hecho pública en las redes sociales. También participó en el videoclip de la canción 'Dos policías' de Los Punsetes:
La española, residente en Suecia, ha desarrollado también una aplicación para que cualquier persona, introduciendo un número del 104 al 300, conozca su destino mediante el Teletexto. Según Meyers, se sustituyen así las creencias por la racionalidad, porque los ordenadores pueden analizar verdaderas secuencias de la naturaleza humana e indicarnos qué hacer mediante “la fantasía de la propia máquina”.
Meyers cree que el Teletexto puede ser una buena tecnología para contar historias, como demuestra en la serie de imágenes “El viaje del sol”, donde se remonta, casi casi, hasta el Egipto faraónico.
Tecnologías antiguas para crear libremente
Su 'modus operandi' es sencillo. Le gusta utilizar viejas tecnologías de la década de 1970 y 1980, y hace uso de los primeros ordenadores domésticos - como el Commodore 64 - y del Teletexto. Para ella supone un reto, “un desafío que las nuevas tecnologías no me permiten superar”.
Asegura que la suya no es para nada una visión 'retro' o nostálgica. Simplemente, esta es una forma de trabajo que la define. Por otro lado, explica que para hacer dibujos con Teletexto hay que emplear tecnologías no muy actualizadas – como máximo Windows XP.
Las nuevas tecnologías dificultan que el arte fluya, hacen que se cierre y se vea limitado. Está convencida. “El iPad, los nuevos ordenadores… Te obligan a comprarte aplicaciones de todo tipo para trabajar”. Lo que ella hace es mucho más sencillo: “Te sientas, lo haces, y no pierdes el tiempo en nada más”. Por eso, cuando utilizó por primera vez un Comodore para crear sus obras se le abrió un mundo de posibilidades que hasta entonces no había conocido.
¿Pensabas que el Teletexto ya no le importaba a nadie? Pues te equivocabas, y no es solo cosa de Raquel. En algunos lugares sigue siendo relevante, y precisamente por eso se celebra el festival. Meyers asegura que en los países escandinavos hay alrededor de 2 millones de usuarios diarios y la aplicación más descargada para iPhone en Suecia es el Teletexto de su televisión pública.
¿Cómo funciona?
Técnicamente, el arte de Raquel Meyers 'funciona' como el Teletexto de toda la vida: pulsando los botones del mando del televisor. “Yo lo acciono, pero para mis conciertos, utilizando incluso una señal de Teletexto de verdad”.
Dice ser la primera en España que ha hecho esto. Hasta hace poco, la señal solo podían usarla las televisiones. Hasta que un día la artista decidió contactar con un ingeniero británico que tenía una empresa de Teletexto, y que acabó creando una señal 'open source' que hace posible que cualquiera pueda activarlo y manipularlo desde la propia televisión.
Tradición y modernidad
Meyers compara el Teletexto con una manualidad, y lo asemeja a un bordado. “El punto de cruz se forma a través de equis, igual que el Teletexto”. Es por eso que combina ambas aficiones y confiesa que, a veces, después de hacer alguna página de Teletexto, la ha recreado en punto de cruz. En cierta manera, comenta, el uso de los caracteres funciona de la misma forma que la rejilla-guía que se utiliza al tejer. “La manera de pensarlo y abstraerlo está totalmente relacionada”.
Es por eso que relaciona su trabajo con la artesanía tradicional, una idea que tomó de Suecia, el país donde reside. “Me gustó el concepto porque ciertamente amplia el paradigma que entendemos por arte, artesano y artesanía, y va más allá”. La tradición del Teletexto se moderniza ahora “porque esto es innovación”, es hacer arte con nuevas tecnologías, pero unido a “las cosas de siempre”.
Imposible vivir de ello
Es complicado vivir del arte. También – y sobre todo - del que se hace con Teletexto. “A veces va bien y a veces mal, y con internet la cosa no da mucho dinero”. La artista ha intentado contactar con cadenas de televisión que aún emplean esta tecnología para ofrecer proyectos bonitos. “Pero ellos no lo entienden, lo siguen viendo como un simple servicio de información y les cuesta apostar por el arte”.
Habitualmente el Teletexto lo siguen haciendo las propias cadenas. Solo en ocasiones, como es el caso del festival que se celebra en Alemania, ocurre que algunas televisiones – sueca, alemana y austriaca – se ponen de acuerdo para incluir en sus páginas durante un mes las obras que se exponen en el concurso. Pero suele ser una excepción. Artistas como Meyer suelen trabajar a nivel local y no tienen los recursos tecnológicos con los que puede contar una cadena.
Raquel Meyers considera que este arte tiene mucho futuro. “Está empezando”, afirma, y con fuerza. Incluso ya hay quien está escribiendo artículos académicos sobre la materia. El próximo destino de la española, tras el festival en Alemania, será Nueva York, donde pretende exportar sus obras.
“Creo que ellos no tienen ni idea de qué es esto del Teletexto porque en Estados Unidos no triunfó”, reconoce, pero aún así lo llevará para probar suerte. ¿Y después? Aún está por decidir, pero siempre de la mano del Teletexto, una tecnología que en España ya dábamos por muerta. “¿Muerta? ¡Esto está más vivo que nunca!”.